Tras 43 años de servicio en la Policía Nacional, Antonio Carrasco se ha jubilado. En su currículo figura la lucha antiterrorista en el País Vasco; la jefatura de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) o la de Seguridad Ciudadana. También durante un verano de escolta de la Casa Real.

Con especial orgullo habla del trabajo desempeñado recién salido de la academia. Destinado al País Vasco “en unos años muy difíciles”, entre 1978 y 1981, en los que “ETA estuvo muy activa. Hubo unos 100 muertos cada año y fue bastante duro”, aunque reconoce que “la suerte que había es que éramos gente bastante joven y que estábamos muy unidos”.

Su destino fue Vitoria, donde “hicimos muy buenos servicios”. Destaca que una de las dirigentes de ETA, Marisol Iparraguirre, alias Anboto, “era la mujer de un etarra -José Manuel Aristimuno, alias Pana- que matamos en un dispositivo en Vitoria en el que detuvimos a once personas; descubrimos dos cárceles del pueblo. Una estaba en su casa, en Salinas de Léniz. Cuando cometían los atentados en Vitoria se iban a casa de ella que tenía un zulo debajo del suelo. Metían un destornillador en un enchufe que accionaba un émbolo”. Ello provocaba que “fueras a buscarlos y no los encontrabas porque estaban bajo tierra. En el zulo tenían una habitación con baño y aire acondicionado”. También encontraron otro zulo en Salvatierra.

Carrasco recuerda perfectamente como fue el operativo en el que murió Pana quien había asesinado a once personas: “Ese día yo estaba con un informático de ETA; íbamos a presenciar un encuentro entre liberados de ETA y dos que querían entrar en la organización. Al salir al encuentro de ellos a detenerlos se produjo un tiroteo”.

Fue una etapa “que te marca”, explica a COPE Carrasco, “porque era un ambiente bueno en el trabajo pero hostil fuera. Te preocupa no solo el trabajo, también el tu mujer y la relación que pueda tener en la vida civil”.

De hecho, Carrasco lamenta que “llevando allí poco tiempo, fuimos a un restaurante a comer y, recién llegada mi mujer, nos decían que no nos podían dar de comer. Que lo sentían pero que tenían miedo a que atentaran y tú agachabas la cabeza y te tenías que ir como si fueras un apestado”. O también que “mi mujer iba con la mujer de un compañero paseando por la ciudad y un tipo le escupe a la cara”.

En la provincia de Castellón, Carrasco ha ejercido como jefe de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado en la que también “hemos hecho grandes y meritorios servicios”, como el Vall d'Alba, donde “cogimos 6000 kilogramos de cocaína cuando iba a llevar la droga a Zaragoza detuvimos a 13 personas”.

También señala que “el menudeo es constante, desde el Barranco hasta en Benicàssim” donde “había un capo de la droga que se llama Fran y que se le cogió con 1.300 kilos en Holanda”. Además, lamenta que “hoy lo que pasa es la droga te la sirven por internet. Entras a una página y te la sirven a domicilio”.

Jefe de Seguridad Ciudadana

Carrasco también ha ejercido como responsable de Seguridad Ciudadana en Castellón. Justamente, puesto en el que ha finalizado su trayectoria profesional y donde destaca que “la delincuencia avanza y la realidad supera a la ficción” y es que “entran muchos delitos de internet, de redes sociales... estafas sobretodo” ya que “se producen delitos cibernéticos”.

A su vez reconoce que los tiempos han cambiado y que “antes había más delincuentes españoles y ahora hay más delincuentes extranjeros que muchas veces son menores”.

La Policía al servicio del ciudadanos

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“La Policía no crea problemas, la Policía los resuelve; la Policía es tu amiga”, es el lema de un antiguo superior de Carrasco que hace suyo y es que reconoce que “cuando solucionas los problemas te sientes gratificado”.

Eso si, aunque su labor profesional ha finalizado tras 43 años, reconoce que “yo he sido, soy y seré Policía toda la vida, porque así me siento”.