Tras el episodio de la bacteria E.Coli, que ocasionó el mal estado de aguas de la provincia durante todo el fin de semana al haber sido arrastrada por las fuertes lluvias, Oropesa y Cabanes ya han reabierto sus playas. En cambio, las cuatro playas afectadas de Benicàssim (la Almadraba, Torre Sant Vicent, Terrers y Helipolis), continúan a la espera de los resultados de la analítica de las aguas para poder volver a ondear las banderas verdes.

La localidad permitió el baño hasta el domingo por la tarde porque, según cuenta el Ayuntamiento, no recibió el viernes la comunicación urgente de la Consellería de Medio Ambiente, que solo les envió un correo electrónico con el aviso el viernes por la tarde, fuera del horario de oficina, mientras que en otras localidades sí se buscó comunicarlo por otras vías más directas.

“Reprobamos la conducta de la Consellería ante un hecho tan grave en un municipio que vive del turismo, tenía que haber usado cauces de emergencia. El tejido empresarial y hotelero del municipio está muy indignado”, explica la alcaldesa de Benicàssim Susana Marqués.