Las restricciones a la movilidad que supuso el confinamiento por la pandemia de Covid-19 afectaron a toda la población, pero especialmente a los grupos más vulnerables, como las personas con esquizofrenia. Investigadores de la Universidad CEU Cardenal Herrera (CEU UCH), del Centro de Referencia Estatal de Atención Psicosocial a Personas con Trastorno Mental Grave (CREAP) del Imserso, en Valencia, y del Consorcio Hospitalario Provincial de Castellón (CHPC) acaban de publicar los resultados de un estudio sobre los efectos del confinamiento en estas personas, en la revista científica internacional Healthcare. Su investigación ha evaluado distintas dimensiones, como los niveles de medicación, ansiedad y depresión, el consumo de tabaco o la adhesión al ejercicio físico y a la dieta mediterránea.

A través del diseño de un cuestionario online, los investigadores han evaluado los efectos que tuvo el confinamiento al inicio de la pandemia de Covid-19 en los niveles de ansiedad y depresión de 102 personas con esquizofrenia del CREAP y del CHPC, así como en otras variables relacionadas con los hábitos de vida, como la adhesión a la dieta mediterránea, la frecuencia de ejercicio físico y el consumo de tabaco. El cuestionario diseñado, compuesto por 43 ítems, se ha elaborado a partir de distintas escalas validadas internacionalmente para cada dimensión evaluada.

Según explica la profesora de la CEU UCH Gemma Biviá, miembro del Departamento de Enfermería y Fisioterapia de la Facultad de Ciencias de la Salud e investigadora principal del estudio, “los pacientes participantes completaron el cuestionario diseñado por el equipo investigador junto a su médico, identificando sus hábitos tanto antes como durante los periodos de aislamiento y restricción de movimientos a la población que supuso el inicio de la pandemia en marzo de 2020”.

Más medicación, en 1 de cada 5 casos

Los resultados muestran que 20 de los 102 pacientes participantes en el estudio, un 19% del total, tuvieron que aumentar su medicación debido al confinamiento. “Este resultado está en relación con otros dos que también muestran importantes incrementos: los relativos a los niveles de ansiedad y depresión -explica la profesora Biviá-. Más de un 16% sufrió ansiedad severa y casi un 10% depresión severa, cuando antes del confinamiento solo la sufrían el 1% y el 2% respectivamente”.

Otros hábitos evaluados en este estudio, ahora publicado en Healthcare, también reflejaron cambios importantes, como es el caso del consumo de tabaco: “El número de las personas con esquizofrenia que fumaba más de un paquete de tabaco al día pasó del 5 al 11% durante el confinamiento”. Sin embargo, la adhesión a la dieta mediterránea no registró cambios significativos, mientras que aumentó, lógicamente, el número de horas de sedentarismo debido a la restricción a la movilidad.

En este sentido, en sus conclusiones los investigadores de la CEU UCH y el CREAP autores del estudio destacan la importancia de utilizar internet para fomentar la adhesión a hábitos de vida saludables entre las personas con esquizofrenia, ante posibles situaciones de confinamiento o aislamiento de la población en general, para mejorar el bienestar de los más vulnerables en un contexto de falta limitación de la movilidad y aislamiento semejante al vivido por la pandemia.

Equipo investigador

Por parte de la CEU UCH son autores de este estudio las profesoras del Departamento de Enfermería y Fisioterapia Gemma Biviá, Loreto Peyró, Laura García Garcés e Inmaculada Sánchez; el profesor Juan Francisco Lisón, miembro del Departamento de Ciencias Biomédicas e investigador del CIBERobn; y los investigadores del Grupo TXP de la CEU UCH Gonzalo Haro y Francisco Arnau. Por parte del CREAP, formado parte del equipo los investigadores Pau Soldevila y Víctor González Ayuso.