En el marco de las actividades conmemorativas del Día Internacional del Libro, la Universidad CEU Cardenal Herrera ha acogido un coloquio de expertos para analizar el papel del mismo en el avance de la ciencia, la cultura y los valores.

Con el título, “El libro como puerta del conocimiento”, el encuentro ha contado con las intervenciones de Rosa Mª Gregori, jefa de Sección de Archivos y Bibliotecas del Archivo de la Corona de Aragón; Aránzazu Guerola, presidenta la Sociedad Bibliográfica Valenciana Jerónima Galés; Julio Alonso Arévalo, bibliotecario de la Facultad de Traducción y Documentación de la Universidad de Salamanca; y Elena Saurí, directora de la Biblioteca-CRAI (Centro de Recursos para el Aprendizaje y la Investigación) de la CEU UCH. El Rector de la Universidad CEU Cardenal Herrera, Vicente Navarro de Luján, que fue director general del Libro y Bibliotecas de la Comunidad Valenciana, ha clausurado el coloquio.

A lo largo de la sesión, los especialistas han puesto el acento, entre otras cuestiones, en la importancia histórica del libro, “un vehículo a través del cual llegamos a comprender la mentalidad y la memoria colectiva del pasado”, ha destacado Rosa Mª Gregori.

El papel de los coleccionistas ha sido otro de los puntos abordados. Y es que, ha asegurado Aránzazu Guerola, la labor de algunos bibliófilos “ha sido piedra angular de grandes bibliotecas. Han hecho el papel de conservadores y salvadores de obras que quizá se hubieran perdido a lo largo de los siglos”.

Los especialistas también han conversado en torno al presente y futuro del libro. “Las bibliotecas, ha recordado Elena Saurí, han pasado de ser el templo que albergaba y conservaba libros a un centro de recursos para el aprendizaje y la investigación, donde el centro ya no es la colección que alberga sino la experiencia del usuario y sus necesidades de información”.

Finalmente, Julio Alonso Arévalo ha advertido de que “el camino a lo digital parece inevitable”. “Este formato permite muchas más posibilidades de comercialización y difusión que el libro impreso. Y las editoriales deben experimentar y aprovecharlo, pues el formato digital se integra perfectamente en los nuevos sistemas de lectura y aprendizaje”, ha añadido.