Con esta iniciativa se pretende mejorar la salud pública de la población escolar, la alcaldesa Amparo Marco, insiste en que los objetivos son “normalizar la vida diaria del niño con necesidades educativas especiales y enfermedades crónicas y fomentar hábitos de vida saludables en toda la población escolar y comunidad educativa”. El Ayuntamiento cuenta con 16.000 € para realizar, hasta el próximo mes de diciembre, la primera fase del diagnóstico y del estado de las necesidades. Marco, explica que “con los resultados que se obtengan, se planteará la conveniencia de una segunda fase, más ambiciosa, en la que trabajará más directamente en la atención sanitaria”. Con el estudio ya se han detectado casos de escolares con diabetes, alergias alimentarias graves o asma, que encajarían en las labores de la enfermera escolar.