La alcaldesa de Almassora, Merche Galí, y la concejala de Territorio, Carmina Martinavarro, presentaron ayer en la Casa de la Cultura el proyecto de reforma de la calle San Fernando y la avenida Castellón al vecindario del barrio. Más de 80 personas asistieron al acto en el que los técnicos municipales desgranaron también las claves de esta obra cofinanciada por fondos FEDER de la Unión Europea y que suma 675.000 euros de presupuesto con cargo a 2021 y 2022.

Tal como indicó Galí, el principal cometido de la reforma pasa por solventar el problema de inundaciones que sufre parte de ese tramo y, al tiempo, reordenar el tráfico de acceso y salida de Almassora para minimizar las molestias que padece esta zona de gran densidad de población. A través del acuerdo marco municipal, Oficina Técnica Tes S.L. ha sido la empresa externa encargada de plantear la nueva configuración, que todavía está en fase de redacción a la espera de incorporar sugerencias vecinales y decidir tipo de arbolado, entre otros.

La propuesta municipal supone una intervención integral para la reordenación del tráfico, que será de entrada a Almassora desde Castellón por San Fernando y en sentido inverso por la avenida Castellón, tal como recomiendan los estudios de tráfico realizados. El carril bici se mantendrá en esta última vía, aunque ambas contarán con aceras más amplias que, en el caso del tramo oeste de San Fernando, permitirá dotar de zonas de recreo infantil en varios puntos del trazado, así como arbolado en ambos lados de la vía.

Entre las propuestas que ayer trasladaron asistentes a la reunión figura la instalación bancos cómodos para hacer de ambas vías un espacio más propicio para el descanso, así como el posible cambio de estacionamiento de vehículos en batería en oblicuo según el sentido de la marcha, tal como estaba contemplado inicialmente, por la misma modalidad de aparcamiento pero marcha atrás para mejorar la visibilidad en la salida. En el caso de la avenida Castellón, el aparcamiento combinará estacionamiento en batería y en cordón en función de las características de cada tramo de la vía.

Las representantes municipales recalcaron que las obras permitirán el acceso a las viviendas y garajes durante todo el proceso de ejecución, que arrancará en invierno y se extenderá durante seis meses hasta 2022. De igual forma, la empresa que gane el concurso público una vez licitadas las obras reducirá al máximo los tiempos de afección a las terrazas de los negocios que, tras la reforma, dispondrán de mejores accesos y espacio exterior con el fin de potenciar el aspecto comercial de la vía.

La ordenación del entramado permitirá mejorar las paradas de autobús, crear pasos de peatones, modificar la línea de farolas en San Fernando para ganar espacio, dotar a ambas calles de la accesibilidad inexistente en la actualidad y revertir la distribución actual de la calzada para primar al peatón, de forma que este acceso a Almassora “incremente el valor de las viviendas y mejore la calidad de vida tanto para residentes como para transeúntes”, en palabras de la alcaldesa, que agradeció al vecindario su asistencia a la reunión más multitudinaria previa a unas obras de reforma de entramado urbano.