La subida se asienta en las ventas de cerámica, que crecieron un 20 por ciento (con España acaparando el 30% del mercado y Francia, Alemania y Estados Unidos destacando en el panorama internacional), mientras que el resto de negocios del grupo empresarial, es decir energía y materia primas, se saldó con resultado negativo.

Esta subida en el año de la pandemia, donde también se aumentó su plantilla en un 24 por ciento, tiene vista eso sí de quedarse corta respecto a la que se plantean para 2021, ya que según ha indicado el presidente del Grupo Pamesa, Fernando Roig, esperan alcanzar una facturación en este año superior a los 1.100 millones de euros con unos beneficios que superen los 100.

Roig ha destacado además que el pasado año también se destinaron 1,4 millones de euros para diversas medidas relacionadas con la pandemia, desde la realización de tests masivos a la implantación de medidas de seguridad.

De cara a este año además, el Grupo Pamesa ha estimado una inversión de 70 millones de euros, entre los que incluye la construcción de sus nuevas oficinas centrales en Vila-real, la puesta en marcha de su noveno almacén logístico en Onda o el aumento de producción en 40 millones de metros cuadrados, ya que según ha indicado Roig “estamos recibiendo más pedidos de los que podemos suministrar”.

Estas mejoras además se llevarán todas con fondos propios, renunciando de esta manera a las ayudas europeas. Sobre ellas también ha hablado Roig, indicando que se deberían invertir en cuestiones para fomentar la competitividad y mejorar las conexiones como el Corredor Mediterráneo.

Otras novedades llegarán en clave medioambiental, con la apuesta por el reciclado y reutilización de los palets con los que suministran sus productos.

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En otro orden de cosas, el presidente de Grupo Pamesa ha lamentado el retraso burocrático en cuestiones como la respuesta a la puesta en marcha de una nueva mina en El Puig (donde llevan esperando 8 años), así como se ha mostrado crítico con cuestiones relacionadas con las fuentes energéticas, apuntando que falta una mayor defensa desde Madrid en cuestiones como la cogeneración o un mayor control en la tasa por emisiones de CO2.

Roig también se ha mostrado poco entusiasmado con la apuesta por el hidrógeno verde para el sector azulejero, dado que no lo ve como una fuente de energía fiable a corto y medio plazo, así como ha defendido la apuesta por negociar de manera propia con navieras para suministrar sus productos dado que “ha habido casos que no hemos podido realizar el envío a clientes por falta de containers”.

Para cerrar, el presidente de Grupo Pamesa ha descartado de momento deslocalizar la producción (“nos centramos en ser competitivos en España”) aunque sí se negocia con otros países europeos para la compra de materias primas. Además, ha querido resaltar el buen funcionamiento del proyecto impulsado en La Todolella.