El hospital Vithas Medimar ha implantado una nueva prueba diagnóstica en su unidad de medicina nuclear, el PET-TAC con 18F-DCFPyL, cuyo objetivo es la detección de recurrencia bioquímica del cáncer de próstata.

En la actualidad, el control de los pacientes que han sido tratados de un cáncer de próstata, ya sea mediante cirugía, radioterapia u hormoterapia, se basa en la medición del antígeno prostático específico (PSA) en sangre.

La elevación del PSA en este tipo de pacientes indica que hay sospecha de recidiva o afectación a distancia por lo que se realizan pruebas complementarias para detectarla, tales como la TAC, la gammagrafía ósea o la resonancia magnética. No obstante, estas técnicas de imagen tienen sus limitaciones, por lo que suelen apoyarse en otro tipo de pruebas el PET-TAC 18F-FDG o el PET-TAC 18F-Colina.

Sin embargo, si los niveles de PSA no son muy altos, estas pruebas son incapaces de detectar la enfermedad tumoral persistente, impidiendo abordar la patología con las acciones terapéuticas más adecuadas, en unas fases incipientes de la enfermedad.

En estos casos, resulta necesario el uso de nuevas técnicas diagnósticas, dentro de las cuales se ha introducido en la práctica clínica hospitalaria el PET-TAC con 18F-DCFPyL-PSMA, una prueba de imagen que permite una detección muy precoz de las recidivas cuando los niveles de PSA son muy bajos (inferior a 0.5 ng/ml).

“En muchas ocasiones esta es la única técnica que permite esta detección a diferencia del resto de pruebas habituales, incapaces muchas veces de descubrir la recidiva tumoral, abriendo por tanto un nuevo camino de diagnóstico precoz para poder llevar a cabo eficaces medidas terapéuticas”, explica el Dr. Pascual de la Cruz, jefe del servicio de medicina nuclear del Hospital Vithas Medimar.

Los distintos estudios realizados han demostrado una alta especificidad en la detección de la afectación de los ganglios linfáticos y un valor predictivo positivo significativo en la detección de la enfermedad metastásica, así como un rendimiento diagnóstico superior, en comparación con otras pruebas.

La detección precoz de recaídas mediante esta técnica cambia el tratamiento en uno de cada dos pacientes y abre nuevas puertas al tratamiento con moléculas radioactivas como el lutecio o el actinio (Lutecio-PSMA y Actinio-PSMA), “de tal forma que no solo detectaremos recidivas de forma precoz, sino que también podremos tratarlas in situ”, concluye el doctor.