Un hombre ha sido condenado a diez meses de prisión por descargarse de internet pornografía infantil, según una sentencia ratificada ahora por la Audiencia de Alicante.

Los hechos tuvieron lugar entre enero y junio de 2016, cuando el ahora condenado se instaló un programa para acceder a material pedófilo y se descargó imágenes y vídeos en los que aparecían menores de edad desnudos y participando en conductas de naturaleza sexual, según recoge la sentencia de primera instancia dictada por el Juzgado de lo Penal número 3 de Alicante en enero de 2019.

En concreto, según dicha resolución judicial, tras la entrada y registro en su domicilio, en enero de 2017, al acusado se le incautaron dos ordenadores portátiles y tres discos duros externos en los que se encontraron hasta 6.287 archivos de contenido pedófilo.

El condenado recurrió en apelación para alegar que ninguna de las pruebas practicadas demostraba la intencionalidad de las descargas. Además, apuntó que el acceso a ese material pudo realizarse de manera casual o accidental. De igual modo, su defensa también arguyó que el número de descargas de vídeos pedófilos no era tan elevado como el apuntado en la sentencia de primera instancia y negó que el propósito del procesado fuese buscar dicha clase de vídeos. Por último, añadió que no retenía los archivos en su poder.

No obstante, el tribunal de la Sección Tercera de la Audiencia de Alicante rechaza esos alegatos y ratifica la validez tanto de la prueba practicada como de las conclusiones que se extrajeron de ella en la sentencia recurrida.

En este sentido, el tribunal concluye que el magistrado "describe detalladamente la investigación policial" que dio pie al hallazgo del material pedófilo y subraya que no solo se encontraron dichos archivos en un ordenador, "sino en discos externos en los que se almacenaban los referidos archivos descargados".

Respecto a la cantidad de archivos descargados, el tribunal señala, en alusión a las manifestaciones realizadas por los agentes de la Guardia Civil durante el proceso, que posiblemente no en todos los archivos hallados apareciesen menores de edad.

Sin embargo, sí subraya que, por el volumen de archivos descargados y por los acrónimos recogidos en sus denominaciones, debe considerarse probada la intencionalidad del acusado en la búsqueda de esas imágenes y vídeos.

Por todo ello, la sentencia confirma la condena por un delito de tenencia de material pornográfico, aunque rebaja la pena de un año de prisión impuesta inicialmente para reducirla a diez meses de privación de libertad, tras admitir que el número de archivos pedófilos es inferior al apuntado por el Juzgado de lo Penal.