Han pasado ya casi tres meses desde el inicio de la pandemia del coronavirus. Con la 'tensa calma', los hospitales van poco a poco recuperando la actividad asistencial normal y en COPE de la SIERRA nos hemos interesado por conocer de primera mano cómo se vive ahora el día a día en uno de los centros de referencia de nuestra zona, el Hospital Comarcal El Escorial.

Actualmente solo hay ingresado un caso de COVID-19, pero ha llegado a tener cerca de 150.

Una experiencia dura pero muy intensa a nivel profesional. De entre todo lo destacable, eltrabajo tremendo, incansable, de un equipo humano. De la noche a la mañana, el hospital llenó 146 camas de enfermos de coronavirus. Como el resto de hospitales de la región y de España entera, la pandemia era el centro de todo.

"Para mí, como responsable, ha sido el reto, no sé si más complicado, pero sí el más duro. Pero los profesionales han dado una respuesta tan brillante que lo único que tenía que hacer era trabajar mucho pero para darles ayuda a ellos, que son los que han llevado la voz cantante", ha asegurado el gerente del Hospital Comarcal El Escorial, Francisco Javier Elviro.

Elviro también ha querido lanzar un mensaje de tranquilidad a la población asegurando que, tras la vorágine del coronavirus y con el proceso de desescalada la normalidad va volviendo poco a poco a los hospitales y el Comarcal El Escorial es un lugar seguro, no hay que tener miedo a acudir si, por mala fortuna, caemos enfermos o tenemos que pasar por consulta, pero con precauciones.

"A nosotros el virus nos cambia mucho la mentalidad en relación con la enfermedad, sobre todo por el acompañamiento. Es tradicional que los pacientes vengan con compañía y, sin embargo, ahora tenemos que evitarlo y está costando adaptarse. Por supuesto si la persona tiene una dependencia tiene que venir acompañado y le ayudaremos como sea, pero en general ahora hay que cambiar el hábito y venir solos por seguridad. A partir de ahí, el hospital ha hecho las citaciones, ha creado circuitos y establecido protocolos de seguridad, reduciendo la presión asistencial para que no se acumulen los pacientes en las salas de espera", explica.

En la mente, como no puede ser de otra manera, la preocupación por un posible rebrote el próximo otoño. Si esto ocurriera, dice Elviro, la sanidad madrileña está mucho más preparada aunque de las medidas que adopte cada persona depende que esa posibilidad se convierta o no en realidad.

"A partir de que ha bajado la incidencia, nosotros no lo tenemos muy difícil en el hospital, tenemos que controlar los accesos y la circulación, pero es mucho más importante el cuidado de cada persona con sus propias medidas de protección. Es decir, la Policía no puede vigilar a 40 millones de españoles, tenemos que ser los ciudadanos los que tengamos la responsabilidad, seriedad y ser conscientes de que, de esta forma, se controla el virus, evitamos muertes, garantizamos seguridad y esperamos a que haya una vacuna", concluye Elviro.

Así se despierta de una de sus peores pesadillas uno de los hospitales de nuestra comarca, como lo ha sido para el resto, por un virus que, de momento, ha venido para quedarse.