El rey Felipe VI ha acudido este martes a San Lorenzo de El Escorial para la celebración del capítulo de la orden de San Hermenegildo. Como todo en este momento, el acto ha sido diferente al de otros años.

Sin grandes desfiles militares, sin la Patrulla Águila pintando la bandera de España en el cielo y con una numerosa reducción del número de invitados, de 3.000 a 200, se ha celebrado San Hermenegildo. El Rey Felipe VI llegaba pasadas las 11:00 de la mañana al municipio gurriato. Ha sido recibido por la Guardia Real y cómo no, por las salvas de ordenanza lanzadas sobre el estanque anexo al Jardín de los Frailes, hasta 21, los cañonazos.

Por la zona, mucha seguridad. El Paseo Juan de Borbón y Batenberg ha permanecido abierto al tráfico. Y los curiosos, menos que otros años, asomados a la lonja del Monasterio.

La reducida celebración ha consistido en un pequeño acto religioso en la Basílica, con el cortejo con el cráneo de San Hermenegildo portado por los monjes del Monasterio. Tras ello, la reunión militar en la que tanto el Rey como los Caballeros Capitulares se trasladan a una sala privada para la lectura y aprobación de los expedientes que este año consistían en 12 ascensos a Caballero Gran Cruz , 171 ascensos a Caballero Placa, 159 ascensos a Caballero Encomienda y 129 ingresos en la Orden, según la asamblea celebrada el pasado 23 de septiembre.

Con esta reunión se ha cerrado un Capítulo diferente, el tercero en la era Felipe VI que se estrenó en 2016, aunque en 2014 ya hizo presencia el 3 de junio, solo un día después de la abdicación de su padre Juan Carlos I aun sin ostentar la categoría de Jefe de Estado.