La autorización otorgada en su día por la Comunidad de Madrid para la práctica de deportes de invierno en la vertiente madrileña de la Estación de Esquí del Puerto de Navacerrada está caducada y no es posible su renovación, algo que afecta principalmente a las instalaciones del telesilla de Guarramillas. Una noticia que abre muchos interrogantes acerca del futuro de la estación.

La Consejería de Medio Ambiente ha notificado oficialmente a la empresa que gestiona la Estación de Esquí del Puerto de Navacerrada que la autorización para la práctica de deportes de invierno lleva caducada tres años y no se puede renovar. Al mismo tiempo se ha conocido que también ha terminado la autorización de la Confederación Hidrográfica del Duero para usar el agua del arroyo El Telégrafo para hacer nieve artificial. A esto se une el desmantelamiento que ha iniciado Parques Nacionales de los remontes y edificaciones sin uso en Valsaín y Guarramillas. Para Ecologistas en Acción todo esto sólo tiene un significado: la estación de esquí está abocada a desaparecer. Considera que la estación de esquí de Navacerrada no debe abrir este invierno porque actualmente la empresa que se encargaba de explotarla carece de los diferentes permisos y autorizaciones de los organismos pertinentes, y reclama que esta situación sirva para iniciar un “proceso de renaturalización” del puerto de Navacerrada.

La Comunidad de Madrid notificó el pasado julio la extinción, por caducidad, de la autorización para la práctica de deportes de invierno en Navacerrada, en su estación de esquí, y desestimó la solicitud de renovación, recuerdan los Ecologistas.

Sin embargo, desde la Comunidad aseguran que su interés es que “la estación de esquí de Navacerrada siga abierta”, aunque con otras concesiones nuevas.

La estación de esquí de Navacerrada se localiza entre las provincias de Segovia y Madrid, donde ocupa 7,6 y 9,2 hectáreas, respectivamente, con instalaciones y edificaciones que se erigen sobre tres montes incluidos en los catálogos de utilidad pública de Castilla y León y de la Comunidad de Madrid.

Por ello, las empresas que quieran hacer un uso privativo de su suelo necesitan autorizaciones temporales de la Comunidad de Madrid y Junta de Castilla y León.

En este caso, el permiso de ocupación concedida a la estación de esquí por la Comunidad de Madrid, en el monte Pinar Baldío y para la instalación de los remontes de la estación de esquí caducó el 18 de febrero de 2019, y en julio de 2022 la consejería de Medio Ambiente comunicó al titular la extinción de la ocupación.

En la misma orden se desestimó la solicitud de renovación solicitada por la empresa de la estación de esquí, aunque la empresa la ha recurrido, según recuerda Ecologistas en Acción.

La decisión de la Comunidad de Madrid se suma a la del Organismo Autónomo Parques Nacionales (OAPN), cuando en 2021 rechazó la posibilidad de renovar la ocupación caducada en el Pinar de Valsaín, en la ladera segoviana del Puerto de Navacerrada.

Respecto a la producción de nieve artificial –una vez caducada la ocupación- la Confederación Hidrográfica del Duero, mediante Resolución de 6 de julio de 2022, ha declarado la extinción del aprovechamiento de agua del arroyo El Telégrafo que servía para ese fin.

Todo ello implica, según los ecologistas, que la empresa que gestiona esta pista “carece de título habilitante en vigor” que le permita ocupar y utilizar los remontes y edificaciones existentes en los montes de utilidad pública de Madrid y de Segovia, ni puede captar agua para fabricar nieve artificial.

Por ello, consideran que “carece de sentido empeñarse en mantener abiertas unas instalaciones obsoletas y abocadas al cierre”, aunque la empresa está recurriendo, en vía administrativa y judicial, los diferentes actos administrativos que están extinguiendo los derechos de ocupación y aprovechamiento.

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LA COMUNIDAD QUIERE QUE SIGA ABIERTA

Por su parte, fuentes de la consejería de Medio Ambiente han asegurado que “la Comunidad de Madrid quiere que la estación de esquí del Puerto de Navacerrada siga abierta”, al considerar que su uso público es “compatible” con el uso medioambiental, y porque es una de las estaciones de esquí “con precios más asequibles, lo que beneficia a las familias con recursos limitados”.

Por ello, aseguran que el Gobierno regional está a la espera de que los ayuntamientos de Cercedilla y Navacerrada, responsables y titulares de las nueve hectáreas del monte Pinar Baldío, objeto de la autorización ahora caducada, convoquen una nueva concesión.

Estos ayuntamientos, por su parte, han confirmado que están de acuerdo en sacar esa nueva concesión para que el telesilla de Guarramillas, de uso sobre todo turístico, siga abierto.

“La Comunidad de Madrid lo único que ha hecho es cumplir con la norma y comunicar de manera oficial que la concesión de la pista no admite prórroga una vez que finaliza su concesión”, apostillan las mismas fuentes.

Una vez que se ha extinguido esa concesión se tiene que convocar una nueva, "y eso le corresponde a los ayuntamientos, que son los dueños del suelo", concluyen.

Hasta que todo se solucione, fuentes de la Estación de Esquí del Puerto de Navacerrada han confirmado que la estación seguirá operativa.