A las asociaciones ecologistas de la Sierra les preocupa el estado de conservación del Río Guadarrama. Tanto que en las últimas jornadas del Observatorio Ciudadano para la Conservación del Patrimonio de la Sierra de Guadarrama decidieron galardonarlo con el ‘Crespón negro’ al Patrimonio Natural en peligro y se han puesto manos a la obra para buscar soluciones.

Mucho se habla del estado de conservación del patrimonio histórico, pero no tanto de la conservación del patrimonio natural. Por eso, desde el Observatorio Ciudadano han querido marcar con ese ‘Crespón negro’ el Rio Guadarrama para poner en evidencia la preocupación que existe entre las asociaciones de la zona por su deterioro. Denuncian “la existencia de vertidos ilegales, invasión de especies exóticas y otras agresiones que ponen el peligro este cauce”, apunta Ricardo Roquero, presidente del Observatorio. “Si el Manzanares se pudo recuperar, ¿por qué no poder disfrutar de nuevo de nuestro río?”

No sólo se trata de denunciar sino de poner los medios para solucionarlo. Por eso, las asociaciones que forman el Observatorio van a pedir que se estudien una serie de medidas para abordar el deterioro del río Guadarrama. Quieren sentar a alcaldes y concejales de Medio Ambiente de los municipios que atraviesa para analizar posibles soluciones e implicar, desde ahí, a la Comunidad de Madrid, el Canal de Isabel II y la Confederación Hidrográfica del Tajo. “Hay que abordar la situación de las depuradoras y hacer estudios científicos sobre el grado de contaminación, dónde se están produciendo vertidos, qué consecuencias tienen, plantas invasoras, el tema de las cotorras, que se están extendiendo ya en la parte baja”, explica Roquero.

El río Guadarrama nace en la Sierra y tras recorrer algo más de 131 kilómetros atravesando la Comunidad de Madrid de Norte a Sur desemboca en el Tajo, en la provincia de Toledo. El curso medio del río, que corresponde, entre otras, a las localidades de Galapagar, Colmenarejo, Torrelodones o Las Rozas, está declarado Parque Regional.