Ingresar por COVID o ingresar con COVID. A estas alturas de la pandemia y con los datos que está dejando Ómicron, la Comunidad de Madrid ha querido ahondar en la diferencia entre los dos casos. Y es que muchos de los que ingresan en los hospitales lo hacen por otras patologías, aunque también estén contagiados con el coronavirus.

Son algunas de las conclusiones del estudio que ha llevado a cabo la viceconsejería de Asistencia Sanitaria y Salud Pública sobre los pacientes ingresados durante la sexta ola y que pone de manifiesto que el impacto del virus en la salud con la variante Ómicron es menor.
Esta nueva cepa genera más casos, con 467.500 infecciones notificadas desde el 18 de octubre, pero de carácter más leve.
El riesgo de entrar en las UCI es un 67 por ciento menor que con la variante delta. Y -muy importante-: de los 2.098 casos estudiados, el 38 por ciento ingresa por otras enfermedades, pese a tener COVID, es decir, no desarrolla patologías asociadas al coronavirus, y menos de la mitad presenta neumonía, enfermedad respiratoria grave que causa el coronavirus.

Esta situación se refleja igualmente en aquellas personas ingresadas en las UCI con prueba positiva a la infección, de los cuales un 37,7% no desarrolla neumonía.

Así lo ha explicado este martes el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, acompañado por el viceconsejero de Asistencia Sanitaria y Salud Pública, Antonio Zapatero, y la directora general de Salud Pública, Elena Andradas.

“¿Por qué es tan importante desde el punto de vista clínico el con covid y el por covid? Porque una persona que no tiene infección respiratoria o neumonía por coronavirus es muy improbable que acabe en la UCI intubada”, ha dicho el viceconsejero Antonio Zapatero.

Así que hay que empezar a diferenciar enfermos de contagiados y poner el foco en el “autocuidado y la protección de los vulnerables”.

Y es que, en el estudio se ha identificado a los ciudadanos con más riesgo. “Hay una serie de condiciones médicas que se asocian con tener una peor evolución, como ser mayor de 65 años, tener algún cuadro inmunosupresor, enfermedad pulmonar crónica, hepática o neurológica crónica, etc. Por lo tanto, habrá que dirigir la estrategia del manejo de la pandemia al grupo de pacientes que puede tener una peor evolución”, apuntaba Zapatero.

El análisis también constata que el riesgo de entrada en UCI se reduce en un 91,6 por ciento cuando el paciente cuenta con la pauta vacunal completa y la dosis de recuerdo.

Por eso, la Comunidad de Madrid va a iniciar un envío masivo de SMS para la tercera dosis: 110.000 madrileños de 60 a 69 años recibirán esta comunicación a partir del jueves, siempre y cuando hayan recibido la segunda hace cinco meses.

También se enviarán otros 220.000 SMS a personas de entre 18 y 59 años con al menos un factor de riesgo, como enfermedad pulmonar, cardíaca, renal, hepática y neurológica crónica, obesidad mórbida o alteraciones cognitivas.

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