A lo largo de la pandemia, y en muchas otras ocasiones, se ha tachado a los jóvenes de desinterés, de falta de solidaridad, de no preocuparse por el bien común e ir a lo suyo, de no pensar en el futuro e incluso se les ha hecho culpables de muchas situaciones. Pero generalizar es un error y esta historia lo demuestra.

Se llaman Diego Kos, Diego Moreno, Daniel Sanz y Mario González de la Aleja y son cuatro jóvenes de Guadarrama que acaban de ser reconocidos de manera oficial por dedicar sus horas libres, de manera altruista, a limpiar el entorno de La Jarosa.

Todo comenzó cuando una patrulla de la Guardia Civil del cuartel de Guadarrama observó cómo un joven recogía la basura del suelo para depositarla en los contenedores habilitados para ello. El comportamiento no pasó inadvertido y los agentes lo pusieron en conocimiento de los responsables municipales. Y de ahí a las redes sociales.

No tardaron en multiplicarse las muestras de admiración por esta iniciativa, que partió de Diego Kos, vecino del municipio de 18 años y estudiante de Ingeniería Forestal. "Llevo un cazamariposas muy grande y el primer día que fui empecé a usarlo para recoger basura. Fui consciente de la cantidad de residuos que hay. Lo vieron los agentes, se lo dijeron al alcalde, se publicó en la web de noticias del Ayuntamiento. Yo estaba 'flipando' con esto. Mandé un mensaje a mis amigos y se apuntaron a la siguiente jornada de recogida", cuenta a COPE de la SIERRA.

Otro Diego, Moreno, asegura que las cantidades recogidas dependen de varios factores como el número de manos que ayudan y las horas que se echan. "Si empezamos bastante pronto y llevamos material podemos recoger 30 o 40 kilos de basura, más de diez bolsas".

"Todo es cuestión de organización y acción. Solemos quedar los sábados por la mañana y cada día nos centramos en una zona específica de La Jarosa", dice Mario, de 19 años y estudiante de primer año de Ingeniería Informática.

"Con el tiempo yo espero que esto termine calando en la gente y les salga de forma natural. Varios conocidos nuestros ya se están apuntando. Con algo se empieza", añade Daniel, estudiante de Caminos de 18 años.

Latas de refrescos, restos de picnic... de todo se han encontrado en sus batidas de limpieza. Entre lo más curioso, "unas gafas de sol prácticamente nuevas, unas botas... y hasta un parachoques y otras piezas de coche".

Por la educación y el compromiso demostrado, estos jóvenes han recibido un diploma en un pequeño acto de homenaje, en el que estuvieron acompañados solo de sus familias, por las limitaciones impuestas por la pandemia de Covid-19. Allí el alcalde, Diosdado Soto, y el edil de Medio Ambiente, Fernando García, les hicieron llegar el agradecimiento en nombre de todos los vecinos.

Diego, Mario, Daniel y Diego aprovecharon para invitar al resto de jóvenes a unirse a este tipo de acciones capaces de mover conciencias y conseguir que se cuide y mantenga limpio el entorno natural.