El novillero mejicano Julián Garibay sufrió este domingo una cornada de pronóstico muy grave de cuatro trayectorias, que sumaban 80 centímetros en total, tras una cogida en la feria taurina de Moralzarzal.

El sexto novillo de Los Lastrones empitonó al joven y lo zarandeó en la Cubierta, ante el estupor del público presente por la brutal cogida con trayectorias de 20, 15, 20 y 25 centímetros, tal y como refleja el parte médico de la plaza, donde tuvo que ser intervenido de urgencia para su posterior traslado al Hospital de Villalba.

“Herida por asta de toro en Triángulo de Scarpa con cuatro trayectorias; una, hacia arriba y adentro, por encima del ligamento inguinal, de unos 20 centímetros que desgarra músculo oblicuo mayor del abdomen, sin aparente lesión intraperitoneal; otra, hacia arriba y afuera de unos 15 centímetros que llega a espina ilíaca antero-superior; otra hacia afuera de unos 20 cm. que transversalmente alcanza la cara externa del muslo lesionando músculo vasto externo y tensor de la fascia lata; otro hacia abajo y adentro de unos 25 centímetros que secciona músculo sartorio y desgarra músculo crural. Hemorragia venosa por arrancamiento de múltiples colaterales musculares y contusión torácica”, detalla el doctor Enrique Crespo en el parte médico.

Julián Garibay se recupera de las lesiones en el Hospital de Villalba.

Susto en el encierro del sábado

También el sábado se produjo un susto en los encierros en Moralzarzal, donde hubo tres heridos. Uno de ellos, un joven de 19 años natural de Galapagar, resultaba corneado por uno de lo astados tras resbalar durante la carrera.

A consecuencia de la cogida, se produjo una herida grave en la región perianal que precisó de intervención en el quirófano móvil de plaza.

El facultativo que atendió al joven reconoció que había tenido “mucha suerte”. Tras la primera cura, fue evacuado al hospital de Collado Villalba para una mayor evaluación.

Otro de los heridos, también a consecuencia de una caída, tuvo una conmoción cerebral.