El 17 de agosto de 2017 sobre las cinco y media de la tarde, saltaron las alarmas en Barcelona. Una furgoneta a gran velocidad cruzó las Ramblas sin detenerse. El vehículo frenó ante el emblemático Mercado de La Boquería. El atropello masivo dejó a su paso 13 fallecidos y 140 heridos. Por la noche, un nuevo ataque en Cambrils dejaba otro muerto. La movilización policial para dar con el autor del atentado terrorista desencadenó cuatro días de búsqueda intensiva.

Más de tres años después, la Audiencia Nacional empieza hoy el juicio contra los acusados de pertenecer a la célula que planificó el atentado. La Fiscalía pide para ellos penas de entre ocho a 41 años de cárcel, por delitos de integración en organización terrorista, fabricación, tenencia y depósito de sustancias explosivas, así como conspiración para el delito de estragos terroristas.

Detrás del ataque en las Ramblas de Barcelona y Cambrils hubo hechos clave que marcaron el rumbo de los acontecimientos y la investigación, como la explosión de Alcanar. También el asesinato de Pau Pérez a manos del conductor de la furgoneta en su huida. ¿Qué pasó antes y después del 17-A?

ALCANAR

El día 16 de agosto, 24 horas antes del atentado, se produjo una fuerte explosión en un chalé de la localidad de Alcanar, en Tarragona. En la deflagración murió el imán de Ripoll, Abdelbaki Es Satti, que sería el cabecilla de la célula. Los agentes encontraron hasta 120 bombonas de butano en la vivienda y explosivos de elaboración casera.

Lo que en un principio pareció un accidente, poco después se relacionó con los ataques: la policía barajó la hipótesis de que estaban preparando un atentado con bombonas de butano con objetivos como la sagrada familia. Pretendían preparar dos o tres furgonetas bomba.

El único superviviente de la explosión, Mohamed Houli Chemlal, de 20 años de edad, confirmó en su declaración que estaban trabajando en la fabricación de material explosivo en el chalet. Es uno de los acusados que se sienta hoy en la Audiencia Nacional. El Ministerio Público pide la pena más alta para él, 41 años de cárcel.

Un error hizo saltar por los aires los planes de la célula, y eso precipitó el atropello en las Ramblas.

HUIDA

Un día después, el 17 de agosto, la furgoneta que conducía Younes Abouyaaquob, acabó con la vida de 13 personas. Entre ellos, tres fallecidos españoles: un niño de tres años y su tío abuelo, residentes en Rubí; y una mujer de 75 años que paseaba con su hija. Además, una trabajadora de La Boqueria con nacionalidad española y argentina murió por las heridas causadas por el impacto del vehículo. Un menor de siete años de nacionalidad australiana, que al principio fue declarado como desaparecido. Una turista alemana de 51 años que pasó 10 días en estado crítico en el hospital.

El autor material del atropello huyó por el mercado de la Boquería. Se mezcló entre la multitud que huía despavorida hasta llegar a la parte trasera del recinto. Caminó desde el Raval hasta la Zona Universitaria donde se cruzó con Pau Pérez, el siguiente fallecido. Le acuchilló y le robó el coche para salir de la Ciudad Condal.

Dos horas después del atropello en las Ramblas, Abouyaaquob consiguió saltarse un control en la Avenida Diagonal. Tres quilómetros más adelante, abandonó el vehículo. En el interior, estaba el cuerpo de Pau Pérez desangrado.

CAMBRILS

Mientras la policía intentaba tras la pista de Abouyaaquob, los responsables de la investigación ofrecieron una rueda de prensa pasadas las once de la noche. Entre las personas que comparecieron estaba el entonces consejero del Departamento de Interior de la Generalitat de Cataluña, Joaquim Forn, o el Mayor de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero. De forma pública confirmaron que la explosión de Alcanar estaba relacionada con el ataque de Barcelona, por el que ya se contaban los heridos por más de un centenar. Pese a la incertidumbre del momento, nadie podía pensar lo que sucedería horas después.

Ya de madrugada, saltaron de nuevo las alarmas, esta vez en el Paseo Marítimo de Cambrils. Un coche con cinco ocupantes atropelló a otras cinco personas y un agente de los Mossos. Los disparos de los agentes consiguieron parar el vehículo del que salieron todos sus ocupantes armados con cuchillos. Uno de ellos salió corriendo e hirió a un viandante en la cara. Finalmente, la policía abatió a los cinco asaltantes. Horas más tarde murió una de las mujeres heridas en el atropello.

Todos los atacantes eran de origen marroquí, y tenían edades comprendidas entre los 17 y los 24 años. Poco después la policía confirmó que el objetivo no era el paseo sino los Mossos d’Esquadra, y que los asaltantes buscan morir en el ataque.

LOCALIZAN AL CONDUCTOR

El 21 de agosto la policía localizó al conductor de la furgoneta, Younes Abouyaaquob, cerca de una gasolinera del municipio de Subirats, a 40 kilómetros de Barcelona. El sospechoso llevaba un cinturón explosivo atado al cuerpo. Una vecina de la zona habría dado el aviso de la presencia de Abouyaaquob tras verle en la zona. Según relató, el joven salió corriendo cuando ella le preguntó qué estaba haciendo.