El fundador de la ONG Proactiva Open Arms, Òscar Camps, ha resaltado este viernes la necesidad de una inversión importante de financiación para reparar o sustituir la embarcación, porque no hay otra organización que pueda "garantizar la protección de los derechos humanos" en el Mediterráneo.

Camps, acompañado del jefe de máquinas, Martín Maretta, y el capitán del buque, Miquel Melero, ha pedido en rueda de prensa desde el interior de la embarcación, o bien 800.000 euros para hacer frente a las reparaciones, o 2,5 millones para una nuevo barco, a su juicio la opción preferible. La campaña de subvenciones lleva una semana puesta en marcha y ya han recaudado más de 400.000 euros.

Maretta ha sostenido la idea de que la inversión más rentable es comprar un barco nuevo antes de darle otra vida por la fatiga que está sufirendo el buque y la cantidad de inspecciones que ya padece.

Sobre las tantas inspecciones que reciben, Camps ha dicho irónicamente que el "Open Arms es el barco más peligroso del Mediterráneo". De esto se ha quejado diciendo que al buque se le está exigiendo mucho más que a otros.

El barco de rescate ha llegado a Barcelona tras desembarcar a 382 migrantes en un puerto italiano y haber sido sometido a una exhaustiva inspección de 12 horas, por lo que Camps ha criticado esta decisión: "Mientras no hemos actuado, han muerto 96 personas y actualmente hay varias embarcaciones a la deriva".

El bloqueo se produció en Italia después de que en el último chequeo realizado hace 5 días se les pidiese saber qué estaban haciendo con las aguas fecales de los más de 300 rescatados en el mar recientemente. Tras ello les obligaron a volver a puerto español.