Los ganaderos catalanes se quejan de los 'escraches' que sufren de asociaciones animalistas. Denuncian que entran sin permiso a su propiedad privada y esto provoca graves consecuencias a las explotaciones ganaderas.
Jaume Vernís, responsable del sector porcino de Jarc, afirma que la entrada masiva de activistas pone en peligro las medidas de bioseguridad que ellos aplican.
La principal preocupación de los ganaderos, es la posible introducción de nuevas enfermedades como es el caso de la Peste Porcina Africana (PPA), que está extendida mundialmente, y dicen que estas “intrusiones” hacen aumentar el riesgo de que se expandan.
Des de diciembre de 2018, se han llevado a cabo distintas protestas por parte de asociaciones animalistas en granjas catalanas.