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Vilafranca del Penedès hará pruebas PCR a todos los temporeros que lleguen sin contrato de trabajo

Los casos positivos durante la campaña serán aislados en un hotel de l'Hospitalet de Llobregat.

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Tiempo de lectura: 2'Actualizado 12:16

El Ayuntamiento de Vilafranca del Penedès prevé hacer pruebas PCR a todos los temporeros de la vendimia que lleguen a la zona sin tener un contrato de trabajo previo, según el protocolo presentado este martes en motivo de la pandemia. El documento descarta un cribado generalizado –como pedían algunos agentes del sector vitivinícola- y deja en manos de las empresas y los campesinos la práctica de pruebas PCR a los recolectores que estén contratados. Al mismo tiempo, el protocolo también establece que los temporeros que den positivo de covid-19 durante la vendimia serán aislados en un hotel de l'Hospitalet de Llobregat, mientras que los contactos directos serán confinados en una instalación situada en el Alt Penedès.

El protocolo definido por la Comisión de la Vendimia –formada por el Ayuntamiento de Vilafranca, el Consejo Comarcal, los agentes vitivinícolas y este año excepcionalmente por el Departamento de Salud- establece el procedimiento a seguir con los temporeros que cada año llegan a Vilafranca a la expectativa de encontrar trabajo en alguna viña, sin tener ningún contrato previo.

Normalmente son acogidos en un albergue humanitario que se habilita cada verano, donde se los ofrece higiene, comida y alojamiento hasta que son contratados en alguna finca, momento en que la bodega o el campesino se tiene que responsabilizar de ellos. Este año, antes de instalarse en el albergue tendrán que someterse a un test PCR, según ha detallado el alcalde de Vilafranca, Pere Regull.

El albergue humanitario, a la vez, se dividirá en dos espacios: uno para los temporeros que todavía no tengan el resultado, y otro para los negativos de covid-19. Si alguien da positivo, será trasladado a un hotel habilitado en l'Hospitalet de Llobregat. Será el mismo espacio donde se derivarán los positivos que aparezcan entre los temporeros contratados si el amo de la finca decide hacerles las pruebas por iniciativa propia. O bien, positivos que aparezcan a lo largo de la campaña.

Para hacer las pruebas, el Ayuntamiento de Vilafranca prevé mantener la infraestructura que se ha habilitado esta semana en el centro cultural l’Escorxador para hacer el cribado masivo organizado por el Departamento de Salud. Una vez acaben las pruebas de estos días, la previsión es que el espacio se convierta el punto central de atención sanitaria para los temporeros.

Por otro lado, Regull ha detallado que también está previsto habilitar un espacio en el Alt Penedès para aislar los temporeros que hayan tenido contacto directo con un portador del virus. El alcalde ha apuntado que hay tres lugares susceptibles de acoger este punto de confinamiento. La opción más factible es que se ubique en una gran casa de colonias, evitando así el riesgo de desconfinamiento y de posible propagación de la enfermedad.

"Queremos tener una vendimia muy segura", ha subrayado el alcalde, que ha asegurado que la intención del protocolo es "tener el máximo de control sobre las personas nuevas y tener una reacción muy rápida para poder confinar a la gente cuando corresponda". Regull ha garantizado que el dispositivo creado permite seguir la trazabilidad del virus en el supuesto de que haya algún temporero positivo de covid-19.

Tanto el alcalde como el gerente de la región sanitaria Metropolitana Sur, Joan Puigdollers, han admitido que la situación vivida en Lleida a principios de verano con los temporeros y la propagación de la pandemia ha servido de ejemplo a la hora de definir el protocolo de la vendimia, a pesar de que han asegurado que el contexto es del todo diferente.

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