El Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado hoy un proyecto urbanístico de mejora en las entradas de 200 colegios de la ciudad. El objetivo es crear unas pequeñas plazas para reducir el riesgo de accidentes y aumentar la protección de los colegios de la contaminación ambiental y acústica. La actuación beneficiará a 200 centros educativos, lo que supone un tercio del total, para alumnos de 0 a 12 años. El proyecto contempla una plaza con una circunferencia no menor de 10 metros de diámetro delante del acceso principal que estará protegida por barandillas y jardineras. Se incluye bancos y en un espacio para los niños y sus padres. Las nuevas plazas ganaran espacio a los coches con la supresión de carriles y aparcamientos y la reducción de velocidad a 20 kilómetros por hora.

Este alos se actuará en 20 centros y el año que viene está previsto en 35, para llegar a las 200 escuelas en 2023. El Ayuntamiento prevé invertir 10 millones de euros en 120 centros para pacificar el tráfico. Los 80 colegios restantes mejorarán su entrada en otros proyectos previstos como el Plan de Barrios o las supermanzanas.

La teniente de alcalde de Urbanismo del Ayuntamiento de Barcelona, Janet Sanz destaca " el objetivo es priorizar la entrada a todos los centros con alumnos de 0 a 12 años, priorizaremos las escuelas con mayor contaminación y en aquellos centros que son más complicados en la circulación"

La medida empezará por la escuela Grévol del Poblenou, donde murió atropellado un niño en octubre, y se instalará una zona con bancos y una radar informativo de velocidad. El programa con el lema " Protegim les escoles", contempla además la implamentación de voluntarios para regular el tráfico en la entrada y las salidas de la ciudad.