El conseller de Salud de la Generalitat, Manel Balcells, ha anunciado una inversión de 45 millones de euros para el Pla Integral d'Urgències de Catalunya 2022-23 (PIUC), 31 millones más que el año pasado, con el objetivo de "afrontar con más garantías esta temporada de invierno".

Entre las acciones del PIUC 2022-2023, ha afirmado que se encuentra el refuerzo estructural de los centros de atención primaria y comunitaria durante este invierno, incorporando profesionales, y que se reforzarán los CAP con profesionales de medicina, enfermería y de gestión administrativa.

Concretamente, a nivel de atención primaria y comunitaria, el plan multiplica por cinco la dotación económica para reforzar la temporada de invierno, y se pasará de 3,6 millones de euros del año pasado a 16 millones en la actualidad, lo que supone un incremento de 12,4 millones.

Balcells ha apuntado a que esto representa "un médico, un enfermero y un administrativo por CAP de media", y que en función de la dimensión y necesidades del centro este número puede ser o más o menos.

Respecto a futuras contrataciones, Balcells ha afirmado que en el caso de que "se pueda contratar, se contratará" y que si no, se dispone de una bolsa de recursos para poder hacer doblajes o suplencias si se requiere, en función de la autonomía de cada centro y sus necesidades.

En relación a la atención hospitalaria, se multiplicará por dos la dotación del año pasado, pasando de 8 millones en 2021 a 16 millones este 2022, y el dinero se dedicará a la hospitalización y al internamiento de media complejidad.

También ha señalado que se destinarán 10 millones de euros para contingencias, es decir, recursos por si se debe incrementar la actividad o el transporte sanitario.

Ante la convocatoria de huelga para finales de euro, el conseller cree "que la solución pasa por mejorar los convenios. Nuestra situación es diferente a la de la Comunidad de Madrid. No vamos a llegar a una situación de conflicto". A pesar de estas palabras de Manel Balcells, la huelga de médicos se extiende a todos los trabajadores de la sanidad pública. Enfermeras, auxiliares, técnicos, administrativos y el resto de profesionales sanitarios se suman a las reivindicaciones de los facultativos y amenazan con paros y movilizaciones

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