El candidato por Junts per Catalunya en las pasadas elecciones del 14-F, Albert Donaire señaló públicamente a una trabajadora de un local de restauración de Lleida. En su cuenta de Twitter el independentista no tiene reparos en informar del día y el horario, el puesto de ubicación y la empresa de la trabajadora. El motivo de su denuncia por redes, es que la trabajadora no le atendió en catalán y Donaire exige explicaciones a la empresa que tiene contratada a la trabajadora
"En el buffet de Bon Área de Torrefarrera, la camarera de platos cocinados no le gusta servir a las personas que llevamos una estelada en la mascarilla o en la camisa. Hace pasar al resto de la gente y chapurrea en otra lengua para que no se la entienda", escribe Donaire en su cuenta personal de Twitter, aportando de esta manera todos los datos para la localización de la camarera.
Este señalamiento público no es un hecho inusual, y en los últimos meses hay muchos ejemplos de independentistas que han informado por redes sociales de establecimientos y trabajadores en los cuales, según ellos, no les han atendido en catalán. Ha habido llamamientos a boicots a pizzerías, empresas de alimentación, de juguetes, o exigir incluso despidos. Un acoso lingüístico que soslaya la realidad; en Cataluña rige la cooficialidad del catalán y el castellano.