El independentismo más intransigente lingüísticamente no perdona nada, ni incluso a sus empresas de cabecera. Som Energia, es una cooperativa afincada en Girona, dedicada a un modelo energético renovable con la participación de sus socios y clientes desde la participación y la trasparencia, según sus canales oficiales de presentación.

La empresa se ha posicionado públicamente a favor de los postulados independentistas, y mostró su rechazo a la sentencia del Tribunal Supremo a los líderes independentistas del procés. Pero todo esto no es suficiente para sus socios secesionistas que impulsan por redes sociales el boicot a la empresa porque en la Asamblea General celebrada este fin de semana, celebrada telemáticamente a causa de las medidas de protección contra el coronavirus, se utilizó el castellano como lengua de uso.

Y este hecho enervó a los independentistas que rechazan los argumentos de la empresa, que justifica el uso del castellano porque tienen socios y clientes de toda España, incluso en Canarias. Uno de los más indignados es el exalcalde de Corbera de Llobregat, Josep Canals que se mostró "indignado" por el uso del castellano en la Asamblea

Ja m'imagino (i m'esperava que ho diríeu) que és per això. Amb aquest criteri, no usem mai el català. Per què hem de renunciar a sentir/llegir la nostra llengua? Per què no hi renuncien altres (la gran minoria)? I si feu interpretació? I si fan l'esforç d'entendre'l (no és rus!)? https://t.co/xE2xORqJ6s

— Josep Canals Molina (@Pepbogota) May 29, 2021

Muy activos en redes, los independentistas más irredentos ya anunciaban su baja de la empresa y emplazaban a sus seguidores a seguir con su ejemplo. Un tuitero publicó "a los que atacan la lengua, ni agua", a pesar de que el objetivo de la empresa solo era utilizar un idioma que todo el mundo lo entendía y los comprendía facilitando el acceso de información a sus socios.