Los Mossos presentaron durante 2019 un total de 106 atestados en toda Cataluña por el nuevo delito de abandono del lugar en un accidente de tráfico, en vigor desde marzo del mismo. Así, en nueve meses, la policía abrió más de un centenar de investigaciones, 71 de las cuales en la demarcación de Barcelona.

La Guardia Urbana de Barcelona abrió nueve en la capital catalana. Por otra parte, y según datos de la fiscalía, en 2019 hubo poco menos de 5.000 atestados por conducción bajo los efectos del alcohol, un 4,7% menos que en 2018, y representan alrededor del 40% de los atestados por delitos relacionados con la seguridad vial. Otros 5.380 atestados fueron por conducir con pérdida total de puntos, retirada judicial de carné o no haber aprobado nunca el examen de conducción, lo que supone 479 casos más que en 2018, casi un 10% más.

Muchos de los casos por alcoholemia acabaron con pactos de conformidad entre la fiscalía y las defensas. En cambio, sólo hubo 127 atestados por positivos en drogas, ya que no hay una tasa objetiva, como ocurre con el alcohol, a partir de la cual se considera delito. El Código Penal sólo contempla el castigo si la droga "influye" en la conducción. Hasta el julio del año pasado cada policía hacía atestados diferentes, pero una instrucción de Fiscalía para todo el estado ha intentado homogeneizar criterios y establecer qué síntomas son penalmente punibles. La Guardia Urbana de Barcelona aplica los criterios desde agosto pasado, mientras que los Mossos lo hacen desde noviembre.