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Los Mossos d'Esquadra impulsan nuevos programas para prevenir y detectar procesos de radicalización violenta

El año pasado se generaron 191 alertas por posibles casos, sobre todo en el ámbito yihadista (85%) y la ultraderecha (12%)

Un coche de Mossos dEsquadra

Tiempo de lectura: 2'Actualizado 16:25

Hasta ahora han trabajado mucho con la comunidad educativa, las policías locales y el sistema penitenciario y de justicia juvenil y prevén abrir nuevos espacios con la protección de la infancia y la juventud, los Agentes Rurales, las comunidades religiosas y asociativas y los servicios sociales. El año pasado se generaron un total de 191 alertas relacionadas con posibles casos de radicalización violenta. Un 85% de los casos detectados están relacionados con el yihadismo y un 12,5%, con la ultraderecha, las dos principales amenazas que hay en Cataluña en los extremismos violentos.

En la mayoría de casos, las detecciones son muy tempranas y, a través de la intervención educativa, los procesos de radicalización violenta no evolucionan. En otras ocasiones estos procesos no avanzan hacia la violencia, a pesar de que haya detrás una ideología y se acaban descartando como procesos de radicalización violenta.

Durante el año pasado y hasta el 30 de junio de este año, los Mossos han promovido 369 jornadas de formación dirigidas a agentes del propio cuerpo y otros policías; trabajadores del ámbito penitenciario y docentes para explicarlos en que consisten los procesos de radicalización violenta, qué riesgos suponen y como se pueden detectar y aplicar mecanismos de intervención caso por caso. En total, 7.795 profesionales han recibido esta formación.

En el ámbito de este trabajo, se generaron 191 alertas por posibles casos. Las informaciones se trabajan de manera individualizada, desde la vertiente educativa; policial, de derivación a servicios sociales o a la DGAIA; de acciones de intervención accesoria o, en los casos más graves, de investigaciones judicializadas.

Transcurrido un año de su detección, solo un 8% de los casos siguen bajo seguimiento policial. El 92% de las situaciones se recondujeron a través de mecanismos de intervención educativa y/o asistencial.

Durante el 2021, los Mossos comunicaron a la Fiscalía tres casos de radicalización violenta y se intervino en siete casos más con medidas asistenciales. En cuanto a los mecanismos de intervención generados en la comunidad educativa, se trabajó sobre 57 informaciones y el nivel de intervención policial en todas ellas fue de asesoramiento especializado.

La Comisaría General de Información de los Mossos trabaja desde 2015 para detectar procesos de radicación violenta, que implican una transformación interna profunda que cambia las prioridades de la persona y acaba con la defensa de la violencia como medio legítimo. Los ámbitos donde más han trabajado son la proximidad policial, tanto de Mossos como de policías locales; el sistema penitenciario y de justicia juvenil y la comunidad educativa.

Ahora quieren ampliar la red de actuación, sobre todo desde la vertiente preventiva, a la Dirección General de Atención a la Infancia, la Adolescencia y la Juventud (DGAIA); las comunidades religiosas y tejido asociativo; servicios sociales y Agentes rurales.

El enfoque se fundamenta en la doctrina en materia contra el terrorismo de la Unión Europea y en el sistema de trabajo que los Mossos d'Esquadra promueven en Cataluña para establecer un tratamiento basado en la interdisciplinariedad.

Los Mossos también han puesto en marcha una campaña de comunicación para informar y sensibilizar la ciudadanía sobre los procesos de radicalización violenta, explicar el trabajo de la policía y ayudar a identificar y gestionar posibles situaciones en este ámbito.


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