Los trabajadores de las prisiones catalanas reclaman más recursos a la Generalitat para poder llevar a cabo su trabajo y denuncian falta de apoyo institucional ante las agresiones por parte de internos, que aseguran que han aumentado en los últimos tiempos. Se trata, consideran, de una situación derivada de la falta de autoridad frente a las personas encarceladas. El último caso se produjo el lunes a Cuatro Caminos, en la Roca del Vallès (Barcelona), donde un interno atacó sexualmente a una trabajadora. Este jueves medio centenar de personas se han concentrado en el acceso interior del centro, donde han leído un manifiesto y han reclamado un cambio en el modelo penitenciario catalán, una concentración que se ha repetido en el resto de prisiones del país.

El colectivo reclama respeto por su labor, y trasladan el apoyo a todos sus compañeros y compañeras que se han encontrado en situaciones violentas con internos. "Esta situación es fruto de una política nefasta", denuncia Carlos de Ardaraz, coordinador de la Agrupación de Personal Penitenciario de CCOO.

Apunta a que los acuerdos que afectan a la plantilla están obsoletos, con ratios de trabajadores mermadas y con vacíos normativos. En este sentido, considera que la dimisión del hasta ahora secretario de Medidas Penales, Amand Calderó, debería ser el inicio de "más renuncias" que terminen comporta un cambio en el modelo de gestión de las prisiones catalanas. "Necesitamos más recursos humanos y materiales, y que no se mire hacia otro lado", añade, reclamando que "no se politice el sistema penitenciario catalán".

Los sindicatos señalan que cada vez se registran más ataques de internos a trabajadores de los centros penitenciarios. "No tenemos un reconocimiento como autoridad", denuncia de Ardaraz, una situación que hace que tengan una posición de inferioridad a la hora de poner en conocimiento hechos en el interior de la prisión.

"Hay una falta de respeto total de los internos hacia nosotros, y los directores y secretarios generales no nos apoyan", añade Ángela, delegada de UGT Prisiones en el Centre de Jóvenes Quatre Camins. "No somos una autoridad como sí lo pueden ser los mozos", asegura.

Esto, apunta la delegada sindical, los genera problemas a la hora de denunciar agresiones. "Y están aumentando", advierte. Con todo, esperan que la dimisión de Calderón sirva para iniciar una nueva etapa y que se tenga en cuenta su voz para mejorar sus condiciones laborales.