Las estaciones de esquí en Cataluña han dado por finalizados los preparativos para la próxima temporada de invierno marcada por la covid-19. En el caso de la estación Molina (Cerdanya) el objetivo es tener todo preparado para el 1 de noviembre con el propósito de empezar cuando las condiciones meteorológicas y de innovación lo permitan. Asimismo los demás complejos gestionados por Ferrocarriles de la Generalitat (FGC) están trabajando con el mismo calendario y con un plan de prevención para mantener la seguridad de las personas, así como el uso obligatorio de mascarilla.

Este protocolo se ha propuesto para que en las estaciones los usuarios puedan disfrutar de los deportes de invierno de forma segura. Los visitantes deberán cumplir ciertas reglas siguiendo las recomendaciones de la Associació Catalana d'Estacions d'Esquí i Activitats de Muntanya (ACEM); así como el uso de la mascarilla en adultos y niños mayores de seis años, para poder estar en las zonas de espera, los remontes, y las demás instalaciones. Igualmente, la ACEM ha asegurado que en los medios de transportes se seguirán protocolos para los viajeros esten protegidos. Estos han detallado que habrá un flujo de aire direccional constante hacia atrás y que las distancias entre grupos de sillas son, como mínimo, de 15 metros. Sin embargo, no se limitará el aforo de personas en las pistas de esquí y snowboard por ser en un ambiente al aire libre. Incluso se hará funcionar los remontes con la máxima capacidad y velocidad con el fin de evitar aglomeración de personas.

El director de la estación de La Molina, Xavier Perpiñán, ha resaltado que los espacios de espera se harán más anchos para favorecer el distanciamiento entre personas. Incluso ha añadido que la pasada temporada de verano ha servido como un "banco de pruebas importante" para "reinventar una estación nueva para que se pueda estar con tranquilidad". También este ha constatado que los clientes encontrarán una buena señalización para desenvolverse en el resto de los espacios.

Igualmente Perpiñán ha destacado la importancia que tienen los preparativos previos al inicio de la temporada. Por último, aseguró que en el momento de la práctica del deporte blanco, el cliente "encontrará menos diferencias" respecto a temporadas anteriores.

Todas estas medidas se aplicarán a las seis estaciones del grupo FGC (La Molina, Vall de Núria, Espot Esquí, Port Ainé, Vallter 2000 y Boí Taüll) y controlará el aforo en espacios cerrados (cafeterías, tiendas, puntos de atención al cliente y taquillas) pidiendo mantener una distancia mínima de un metro y medio entre personas. Además, se reforzará la limpieza y la desinfección de las zonas comunes y de transportes, así como también se colocarán dispensadores de gel hidroalcohólico en las taquillas y edificios y restaurantes. En el caso de las reservas y compra de los forfaits, billetes y otros servicios de las estaciones, se realizarán a través de sitios webs para evitar aglomeraciones de personas en los puntos de compra físicos. Consecuentemente, para garantizar la calidad de estas medidas, desde FGC se está trabajando para verificar y certificar las estaciones como espacios seguros ante la covid-19.