El general jefe de la Guardia Civil en Catalunya, Pedro Garrido Roca, se ha despedido del cargo reafirmando su "convicción de que la defensa de la ley y su cumplimiento es la única vía para asegurar la convivencia".

En una carta dirigida a autoridades y sociedad civil, defiende que así se debe preservar la legalidad actual o bien la que se decida en el futuro "utilizando los procedimientos legales establecidos para ello".

Una orden del Ministerio del Interior, con fecha de 10 de marzo, constata que el general de Brigada jefe de la VII Zona pasará el 31 de marzo "a la situación de reserva por cumplir los cuatro de años de permanencia en el empleo".

Garrido cobró notoriedad por sus discursos en defensa de las actuaciones policiales y judiciales contra el referéndum independentista del 1-O y actos de los CDR.

En la carta, afirma que su aproximadamente 39 años de servicio culminan con casi tres años como general jefe en Catalunya, y que en esta Zona han enfrentado con solvencia lo que califica como principales amenazas sobre España: "El crimen organizado, la delincuencia medioambiental, el terrorismo y la desestabilización social, y la ciberdelincuencia".

Concreta que ha sido un trabajo de prevención, inspección, investigación, obtención de información y elaboración de inteligencia en la lucha contra tráficos ilícitos y contrabando (sobre todo armas, explosivos y drogas), "contra el terrorismo yihadista o contra la agitación y violencia del independentismo radical" y contra agresiones (contra el medio ambiente, salud y animales), además de acciones de seguridad ciudadana o en el mar.

Garrido acaba afirmando que se despide por carta a causa del coronavirus y también agradece el apoyo de todos los que, durante el cargo, le han mostrado "el respeto, confianza, admiración y cariño que sienten por la Guardia Civil".

"Ha servido para reafirmarnos en nuestra convicción de que la defensa de la ley y su cumplimento es la única vía para asegurar la convivencia", asegura.