Los detenidos falsificaban y vendían documentos de identidad --pasaportes y DNIs-- nacionales y de extranjeros en la ciudad.
Este grupo presuntamente utilizaba a menores de edad para que robaran en la vía pública y consiguieran los documentos, y posteriormente los entregaban al presunto líder de la organización, que los vendía en el mercado negro, ya fuera "en su formato original o parcialmente falsificados".
La Policía ha podido averiguar que la organización tenía ramificaciones en Europa, e interceptó un paquete enviado a Grecia con 100 documentos, 65 de ellos denunciados como sustraídos.
Los agentes realizaron entradas y registros en tres viviendas de Barcelona, detuvieron a los tres presuntos líderes de la organización e intervinieron más de 2.000 documentos de identidad, 13.000 euros en efectivo, más de 25 terminales móviles, un arma y material para falsificar documentos.