El Gremio de Restauración ha asegurado este martes que espera un "impacto relativo" por el cierre de la actividad ordenado por el Govern a las doce y media de la madrugada con el objetivo de contener los contagios de la pandemia, que en las últimas semanas se han descontrolado. Sin embargo, el director del gremio, Roger Pallarols, ha expresado su preocupación por "la afectación anímica" entre la ciudadanía y entre los propios restauradores el volver al "discurso de los 'pasos atrás". Por otra parte, la entidad ha animado a la Generalitat a poner el foco en los encuentros sociales "a menudo multitudinarias" que se producen al margen de los establecimientos y con la participación de personas aún no vacunadas.

"No perdamos de vista que bares y restaurantes han funcionado de manera estable desde Semana Santa con una incidencia nula sobre la evolución de los contagios", argumentó Pallarols.

Pallarols también se ha mostrado preocupado por la afectación anímica por las nuevas restricciones. "El ánimo de los restauradores está por el suelo: personas al límite de sus capacidades, angustiadas por las deudas y por el miedo de que, tal y como ocurrió el año pasado, el verano vaya de mal en peor a partir de este momento ", lamentó.

En rueda de prensa este lunes por la tarde, el Gobierno anunció nuevas medidas como la obligatoriedad de cerrar todas las actividades a las doce y media de la madrugada y la limitación de 10 personas de todos los encuentros sociales.

Además, todos los eventos se harán sentados y se recomienda a los ayuntamientos que restrinjan playas y parques de noche para evitar aglomeraciones. Por otra parte, también se prohibirá el consumo de bebidas y alimentos en la calle excepto en entornos escuela