El conseller de Interior, Miquel Sàmper, se ha comprometido a mantener la coordinación y mejorar la prevención donde sea posible en la reunión que el Govern ha mantenido con los alcaldes de localidades que han sufrido disturbios tras manifestaciones para pedir la libertad del rapero Pablo Hasel.

El vicepresidente en funciones de presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, la consellera de Presidencia, Meritxell Budó, y el conseller de Interior, Miquel Sàmper, se han reunido con los alcaldes de Barcelona, Ada Colau; Vic, Anna Erra; Terrassa, Jordi Ballart; Vilanova i la Geltrú, Olga Arnau; Manresa, Marc Aloy; y Vilafranca del Penedès, Pere Regull.

También han participado en el encuentro los concejales y jefes de policías locales de Girona, Lleida, Sabadell y Tarragona, y representantes de la Asociación Catalana de Municipios y de la Federación Catalana de Municipios, además del director general de la Policía, Pere Ferrer, y el mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero.

Los asistentes, según informa la Generalitat, han valorado el encuentro y han diferenciado los manifestantes pacíficos, "la inmensa mayoría", de los "grupos minoritarios muy violentos que han causado daños y han llevado a cabo ataques directos a la policía".

El conseller Sàmper ha asegurado que este espacio de encuentro y coordinación se mantendrá activo "el tiempo que sea necesario y siempre que haya altercados como en las últimas semanas".

El responsable de Interior ha expresado el apoyo de su departamento a los municipios "para mantener la buena coordinación existente y mejorar la prevención donde sea posible".

Aragonès, por su parte, ha señalado la necesidad de diferenciar "los manifestantes pacíficos de los grupos violentos que causan los incidentes y ha puesto en valor la unidad contra la violencia".

La consellera Budó ha trasladado a los asistentes la preocupación de sectores como el de la hostelería y restauración por el daño que puede sufrir, especialmente Barcelona, como destino "aparentemente no seguro".

La reunión de esta tarde se ha celebrado después del encuentro que esta mañana han mantenido la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona para analizar los graves incidentes del sábado pasado cuando, tras una manifestación, un vehículo de la Guardia Urbana fue incendiado por unos manifestantes con el conductor dentro, aunque logró salir ileso.

Los graves disturbios tuvieron lugar tras la manifestación de protesta convocada para pedir la libertad del rapero Pablo Hasel y para reivindicar la regulación de los precios del alquiler, la derogación de la ley mordaza, de los antidisturbios de los Mossos, la reforma laboral o la excarcelación de los líderes del procés, entre otras demandas.