Figueres y Vilafant (Alt Empordà) piden a la Generalitat "ayudas directas" para sus comercios, restaurantes, hoteles, gimnasios y cines. Las alcaldesas Agnès Lladó y Consuelo Cantenys han enviado una carta a la consejera de Empresa, Àngels Chacón, donde subrayan que estos sectores han sufrido "de manera significativa" las restricciones "adicionales y más severas" aprobadas por el Procicat para reducir los contagios de la covid-19 en los dos municipios. Sostienen que las limitaciones de aforo o la imposibilidad de abrir han afectado "de manera grave" el tejido empresarial y se han traducido "en un impacto de grandes dimensiones al sector turístico". En el escrito, también reclaman recursos para hacer campañas que permitan en Figueres y Vilafant "recuperar la imagen".

Las medidas para reducir el riesgo de contagios en Figueres y Vilafant entraron en vigor el 20 de julio. Y este pasado lunes, el Procicat las prorrogó. Eso sí, relajó algunas. La recomendación continúa siendo la de no salir de casa si o es imprescindible. Se pide limitar al máximo los contactos –y siempre que sea posible, hacerlos dentro del grupo de convivencia- y se prohíben los encuentros de más de diez personas.

Bares y restaurantes pueden abrir, pero con limitaciones del 50% del aforo en el interior. No se permite el consumo a la barra. Las zonas comunes de los hoteles tampoco pueden superar el 50% de aforo y se recomienda ir a comprar a los comercios con cita previa.

En la carta que las dos alcaldesas han enviado a la consejera, Agnès Lladó y Consol

Cantenys dicen que estas medidas "adicionales y más severas" para contener los brotes de la pandemia han tocado de pleno determinados sectores. "Han supuesto restricciones y limitaciones de aforo a comercios, hostelería, restauración, mercados y establecimientos, y el cierre de gimnasios, cines...", recoge el escrito.

Las alcaldesas dicen que las limitaciones han afectado de manera "grave" tanto el tejido empresarial como el comercial de Figueres y Vilafant, y que han tenido "un impacto de grandes dimensiones al sector turístico". De hecho, hay hoteles de la ciudad, como el Rambla, que optaron para volver a cerrar porque el ritmo de reservas hacía que no los saliera por anticipado mantenerse abiertos.

Por eso, Lladó y Cantenys reclaman en la Generalitat que impulse "ayudas directas" para los sectores de los dos municipios. "Han sufrido y sufren de forma significativa las restricciones de la nueva normalidad por razones de salud pública y que, en muchos casos, comportan que se hayan visto abocados a reducir drásticamente la actividad", recogen a la carta dirigida a la consejera Chacón. Y añaden: "Ante esta situación hay que incentivar la recuperación para salir de la crisis de la pandemia de la covid-19 y reactivar los sectores más afectados".

Además, las dos alcaldesas también piden al Departamento de Empresa que les dé recursos que les permitan impulsar campañas con el objetivo de "recuperar la imagen" de Figueres y Vilafant "a nivel turístico". Y que el Departamento abra para los dos municipios "líneas de financiación para estrategias de promoción económica en la misma línea de actuación de los convenios firmados en otras comarcas de Cataluña, como es el caso del Segrià".