La fiesta de Fin de Año organizada en el Aeródromo de La Cerdanya (Girona) y que fue denunciada por la patronal Spain Nightlife ante la Generalitat de Catalunya por no tener licencia, no se llevó a cabo finalmente en dicho lugar, sino que se trasladó a otro autorizado situado en un municipio cercano.

Los organizadores del evento ya habían vendido unas 800 entradas cuando la patronal les denunció, puesto que se usaba "un reclamo prohibido en Catalunya como es el de la barra libre". También les denunciaron porque las ventas se hicieron con canales de intercambio de dinero entre particulares.

Ante esta situación y siendo conocedores de los informes de tráfico, seguridad ciudadana, medio ambiente y bomberos, el Ayuntamiento de Fontanals de Cerdanya (Girona), rechazó conceder la licencia para que esta fiesta se llevara a cabo en el Aeródromo.

En un comunicado, la patronal afirma que "no puede permitirse el lujo de que en la noche del año más importante se celebren eventos que no cumplan con la normativa". Así, celebra que la fiesta finalmente no se hiciera en el lugar previsto en un inicio.

En cuanto a la ocupación de los locales de fiesta en Nochevieja, Spain Nightlife calcula que fue cercana al 90% en las capitales de província y los municipios de costa, y del 70% en el resto de localidades. "En conjunto el sector obtuvo una buena cifra de facturación, aunque no se llegó al incremento que se había previsto de entre un 5% y un 10%, sino que el crecimiento fue de un 2% de media", declaran desde la patronal.

Spain Nightlife considera que estas cifras se deben a  "la competencia desleal y al hecho de que se acumularan tantos días festivos durante una misma semana", aunque este mismo factor favoreció a una mayor facturación el resto de noches.