Cruz Roja, Arrels-Sant Ignasi y Cáritas han detectado casos de trabajadores sin contrato, empleos sólo por alguna jornada y despidos de un día para otro entre los usuarios del albergue abierto en la parroquia Sant Ignasi de Lleida, para personas que buscaban empleo en la campaña de la fruta. Este alojamiento, con capacidad para 11 personas, ha estado en funcionamiento del 20 de mayo al 2 de junio y ha acogido a un total de 18 personas provenientes de Senegal y Mauritania. Según las entidades, "de estas 18 personas, siete de ellas disponen de permiso de trabajo y dos han sido contratadas, mientras que sólo una ha sido dada de alta de la Seguridad Social".

Para gestionar los servicios ofrecidos (control de acceso, consigna, ducha, lavandería, cena, descanso nocturno, desayuno y salida) las entidades han necesitado entre siete y ocho personas diariamente que han formado un equipo interdisciplinario integrado por un educador social, un velador nocturno, un mediador, un sanitario y 32 personas voluntarias. Esto ha permitido que las personas acogidas tuvieran una estancia más agradable.

Cruz Roja, Arrels-Sant Ignasi, y Cáritas aseguran que este proyecto ha sido "una gota de esperanza" en la situación de los temporeros que llegan a esta provincia. Ha sido posible gracias a una iniciativa conjunta y la colaboración entre todos los agentes implicados. Acciones como esta demuestran que "Lleida es una sociedad de acogida, capaz de construir una acción positiva si el trabajo se realiza conjuntamente por el bien común", dicen las entidades.

El albergue en la parroquia Sant Ignasi de Lleida ha estado abierto hasta que el Ayuntamiento ha puesto en marcha un espacio municipal en un pabellón de Fira de Lleida, que está operativo desde el lunes.