La policia nacional ha desarticulado en el Maresme un grupo criminal que se dedicaba al cultivo y la distribución de marihuana. La red tenía plantaciones indoor en casas de urbanizaciones aisladas de Cabrils yArgentona, con 1.683 plantas, mientras gestionaba una nave industrial en Mataró donde procesaba y almacenaba la droga. La policía ha detenido a 11 personas e investiga a 7 más como presuntos autores de delitos contra la salud pública, pertenencia a organización criminal y fraude de fluido eléctrico. Entre los arrestados se encuentran los máximos responsables del entramado, un hombre y sus dos hijos.La operación es fruto del resultado de una investigación iniciada a raíz de una denuncia anónima.

Con las entradas policiales, los agentes requisaron 28,8 kilos de cogollos de marihuana, 1.683 plantas y un gran cantidad de maquinaria destinada a optimizar las plantaciones. Todo el material está valorado en más de 600.000 euros, según ha detallado la policía. También se han intervenido varias armas de aire comprimido y de fogueo, una espada, una defensa extensible, 10.500 euros en efectivo y 6 vehículos.

Los agentes destacan la profesionalidad del grupo desarticulado, que adoptaba estrictas medidas de seguridad en sus desplazamientos y ubicaba las plantaciones en immuebles de urbanizaciones poco habitadas, situadas en calles sin salida. Las casas escogidas para el cultivo tenían sistemas de alarma y videovigilancia que grababan el exterior, de manera que tres miembros del grupo se encargaban de supervisar las fincas de forma remota. Al mismo tiempo, tenían perros vigilantes de razas potencialmente peligrosas.

Las casas donde tenían las plantaciones estaban aisladas acústica y técnicamente, y tenían extractores con filtros de carbono para que el olor a marihuana no saliese al exterior. Cada vivienda, además, tenía una sala de secado equipada con calefactores y quemadores de gas butano, cosa que les permitía acelerar la deshidratación de las hojas y obtener de forma más rápida la substancia para vender. Las plantaciones funcionaban con electricidad pinchada con un sistema que dificultaba su detección por parte de la empresa subministradora de luz.