Un 15% de los jóvenes entre 11 y 18 años asegura haber sufrido acoso escolar, según un estudio realizado por la Fundación Ecología Emocional a 2.450 adolescentes de 14 institutos públicos y concertados de la provincia de Barcelona. A medida que van creciendo, la tendencia disminuye, pero aun así supone una media del 21% de los jóvenes que acosan a sus compañeros. La presidenta de la Fundación, Mercè Conangla, ha declarado que "son unas cifras muy elevadas contra las que no hay una solución fácil, ya que es un tema social de base". 

Los psicólogos que han liderado el estudio, Jaume Soler y la propia Conangla, han destacado que una de las novedades del trabajo reside en que los datos provienen de las miradas de los jóvenes. A partir de autoexploraciones emocionales, llevadas a cabo a través de un cuestionario de 100 preguntas divididas en diez áreas de exploración, los expertos conocen más acerca de la identidad, valores, comunicación familar o tecnologías de la información de los participantes. 

Los expertos también han subrayado la dificultad de la gestión de las emociones como la ira, el miedo y la vergüenza por parte de los jóvenes, y la forma en que estas emociones los llevan a hacer algunas cosas o limitarles en otras. Además, han recalcado la aparición del sentimiento de soledad, que aumenta de forma progresiva en los jóvenes. 

Otro dato sorprendente del estudio es que casi un 3,5% de los encuestados están de acuerdo con la frase "si alguien te quiere, te hará llorar". Mercè Conangla ha explicado que este dato es más visible en chicas de 14 y 15 años, que confunden el amor con otra cosa, conductas que son consideras "tendencia de control e incluso maltrato psicológico" desde la óptica de los especialistas.

La Fundación también ha puesto el foco en ciertos puntos fuertes, como la destacada sensibilidad por el medio ambiente de los jóvenes y el sentimiento de identidad propia. 

Los psicólogos han querido resaltar que "se debe desarrollar un trabajo preventivo de educación emocional" en los jóvenes y la necesidad de darles herramientas para gestionar las nueva tecnologías, que pueden causar un impacto en su salud física, emocional y relacional con otros jóvenes.