El precio del transporte público para el área metropolitana de Barcelona quedará igual de cara al próximo año, como ha decidido el consejo de administración de la Autoridad del Transporte Metropolitano, algo que ocurrió en 2017, pero no 2018, cuando subieron las tarifas. Está decisión ha pasado a ser una realidad, tras la falta de consenso en una reunión del consejo entre las administraciones consorciadas, en la cual ha participado su presidente y consejero de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat, Damià Calvet, y la concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona, Mercedes Vidal.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, lleva tiempo advirtiendo de que resulta clave para evitar otro aumento que prospere el acuerdo presupuestros cerrado por el Gobierno de Pedro Sánchez. Está convencido de ello. No obstante, la última palabra dependía del Govern de Quim Torra, pues es el participante mayoritario de la ATM, ya que posee el 51% frente al 49% del Ayuntamiento de la ciudad condal.

"La decisión ha sido unilateral por parte de algunas administraciones", ha remarcado el consejero, quien puntualiza que no hubo ningún tipo de votación en la sede de la ATM, porque "no había ninguna propuesta consensuada". También ha querido dejar claro que era favorable a un incremento del 2% de los billetes para mejorar la calidad del servicio.

Por ahora la congelación de las tarifas les obligará a "contener el plan de mejoras aprobadas en el 2017 y plantear un control de costes de todos los operadores", que ha matizado no suponen en ningún caso recortes de los servicios que existen en la actualidad.

Jaume Collboni, presidente del PSC de Barcelona, expresó un llamamiento a frenar los precios del transporte público, ya que una segunda subida consecutiva de las tarifas, aseguró, sería muy grave. Además ha recordado que "fue posible incluso una rebaja del precio con un gobierno de derechas como el de Xavier Trias", pregúntándose "¿no será posible congelar el coste con el gobierno de Ada Colau?".