La Cámara de Barcelona ha confirmado que la economía catalana se está recuperando "por sectores". Así lo demostró la corporación de derecho público según su barómetro sobre la evolución de la economía catalana durante el mes de noviembre. La entidad ha destacado, en un comunicado este miércoles, que el empleo ha vuelto a crecer por segundo mes consecutivo llegando a los 2,6 millones de asalariados reales, sin contar los trabajadores por ERTE. Por lo tanto, se ha recuperado un 29,4% desde abril, pero siendo menos que en 2019, en concreto, un 6,1% menos respecto a octubre de ese año. En este sentido, la organización empresarial ha considerado que el mercado de trabajo continúa mejorando pero “lentamente” debido a la clara reducción de los ERTE y el aumento de empleo; de hecho es la única línea de estudio que sigue en ascenso respecto a las otras señaladas en los resultados.

Según los datos revelados en el barómetro, también se destaca que la industria y la construcción han tenido “un buen comportamiento” ya que llegaron a niveles similares a los conseguidos en el 2019. En este sentido se ha señalado el aumento del 1,1% en el consumo de cemento y la subida del 7,8% en la matriculación de vehículos industriales. El índice general del sector se está aproximando a los números del año pasado, en el que tuvo una caída del 2,4%. De hecho, esta misma situación la tienen las exportaciones, que han mejorado en agosto y se han situado solo en el -6,2% respecto al mismo periodo.

Sin embargo, en las otras líneas que cubre el barómetro, se resalta que el número de empresas en Cataluña se ha estancado y se mantiene el descenso, entre junio y octubre de un 7%; una cifra superior al conjunto del Estado ya que en el territorio catalán hay 19.000 empresas menos que antes de la pandemia, teniendo un total de 239.000 activas actualmente. La principal consecuencia de esto son las restricciones de movilidad y desplazamiento de la población por la covid-19; así como el transporte privado que tuvo una caída interanual de 17% en octubre. Asimismo, estas medidas de seguridad también han afectado a las compras en terminales de puntos de ventas (TPV), que se mantienen estables en bienes de primera necesidad, pero caen en el sector de la restauración, con un 61,9% menos por el cierre de la comunidad autónoma. De hecho, el consumo de energía en este sector ha caído un 10,7% -a diferencia del de la industria que creció- al igual que el consumo de agua por la falta de actividad.

En este mismo sentido, la Cambra también ha remarcado la caída del sector turístico. El volumen de pasajeros en el aeropuerto de Barcelona no supera el 20% del nivel de 2019, y con la caída del turismo extranjero, en septiembre descienden nuevamente por las pernoctaciones en el territorio (-16,4%).