La Cámara de Barcelona ha advertido este jueves de que la economía catalana se está ralentizando porque la mayoría de indicadores, como los que miden el consumo, la industria, el turismo, las exportaciones y la inversión, no muestran recuperación. La entidad cameral ha informado a través de un comunicado del Baròmetre Cambra que el mes de octubre se ha cerrado "mayoritáriamente en rojo" excepto en los ámbitos de ocupación efectiva y movilidad.

El barómetro es una nueva herramienta puesta en marcha por la corporación para hacer un seguimiento mensual de la evolución de la economía catalana con el objetivo de conocer con detalle como se está recuperando la economía del impacto del coronavirus. La situación de España en el contexto internacional y empresarial se sitúa en "amarillo" porque se mantiene estancada respecto al mes anterior, mientras que la economía de la Eurozona y de Estados Unidos se recuperan ligeramente.

En referencia al ámbito de la ocupación, el barómetro indica que el número real de asalariados se sitúa aún un 9% por debajo del nivel de septiembre de 2019 y el mercado mejora ligeramente el último mes, pero en menos intensidad que en el resto del Estado. El número de empresas cierra en amarillo según la Cámara de Barcelona porque se sitúa en poco más de 239.300 en septiembre, lo que supone 18.380 empresas menos que antes del estallido de la pandemia y un 7,3% por debajo de las que había en 2019. Por otro lado, el consumo de energía eléctrica se ha recuperado en agosto, aunque únicamente en el sector servicios, y la recuperación de la movilidad de viajeros en transporte privado en el ámbito metropolitano se ha retomado en septiembre, situándose un 9,7% por debajo de los niveles de hace un año.

El consumo en terminales de punto de venta de las tarjetas españolas ha retrocedido durante septiembre y la primera semana de octubre (9%), el ahorro bruto de los hogares aumentará hasta los 22.655 millones de euros en 2020, según estimaciones de la corporación, y la recuperación de la inversión en construcción se ha frenado, quedándose cerca del nivel de hacer un año (-3,3%). Más preocupantes fueron los datos de agosto, cuando la caída de la producción industrial se acentuó y cayó un 8,7% respecto al mismo mes de hace un año y las exportaciones se estabilizaron en julio y se situaron un 10,6% por debajo de las registradas hace un año.