Las terrazas han vuelto a Lleida, tras 15 días de cierre, pero a medio gas a causa de la elevada propagación del virus en la ciudad. El Procicat permite la apertura de bares y restaurantes al 50% de su exterior y mantiene la prohibición de abrir en los interiores de los locales.Esta decisión afecta a muchos locales sin terraza que continuaran con la persiana bajada y acumularán un mes sin ingresos. Esta situación aboca al cierre de muchos restaurantes si no hay ayudas inmediatas, "necesitamos ERTOS y ayudas a los autónomos urgentes" clama Ramón Solsona, gerente de la Federación de Hostelería de Lleida.

El alcalde de Lleida, Miquel Pueyo apoya a los restauradores y exige a la Generalitat" que revise la situación de la hostelería, que puedan abrir en el interior y se equipare a otras zonas de Cataluña", recogiendo las demandas del sector muy golpeado por la crisis.

Jose Luis de 45 años, colocó un crespón negro en la persiana de su bar cuando tuvo que cerrar, hoy a vuelto colocar tres mesas en el exterior de su local, ubicado en el Paseo de Ronda; ha vuelto a trabajar pero" con lo que me permite la ley es un desastre. Solo con tres mesas no llegó, pero hay que aguantar como sea y que nos permitan más mesas". Los clientes han recuperado el placer de tomarse un café con leche y un cruasán antes de ir a trabajar y se agradece" son los pequeños placeres de la vida que olvidamos, tomarse un café con leche por la mañana es muy agradable para empezar el día" señala Cristóbal antes de abrir su oficina inmobiliaria.

Mientras el sector del comercio puede abrir al 50% sin ya cita previa, está sufriendo una catarata de cierres a causa de la crisis. Dos grandes tiendas ubicadas en el Eix Comercial, han comunicado su cierre y en otras zonas de la ciudad, el cártel de "se traspasa" es habitual en muchos locales condenados al cierre.