El Ayuntamiento de Barcelona reclama convertir el edificio del Banco de España ubicado en la plaza de Cataluña en un equipamiento cultural. La Comisión de Derechos Sociales, Cultura y Deportes ha aprobado este martes una proposición presentada por el PP que insta al gobierno municipal a iniciar gestiones con el Ejecutivo español así como los trámites necesarios para que el edificio, titularidad del Ministerio de Hacienda, tenga usos culturales. La proposición se ha aprobado con el voto favorable de los dos socios de gobierno -BComú y PSC-, Cs, PP y Barcelona pel Canvi, la abstención de JxCat y el voto contrario de ERC. El teniente de alcaldía de Cultura, Joan Subirats, dijo que ya se ha planteado la propuesta al gobierno de Pedro Sánchez y que quedan a la espera de una respuesta.
El teniente de alcaldía también ha matizado que no es la primera vez que se hace una propuesta en esta línea y ha recordado que hasta la llegada de Sánchez a la Moncloa se habían encontrado con la negativa del PP.

En la defensa de la proposición, el concejal popular Óscar Ramírez ha indicado que el edificio en cuestión es un espacio de más de 27.000 m2 que podría ser "clave" en el centro de Barcelona y ha alertado de que las funciones del ámbito financiero que ahora se llevan a cabo irán disminuyendo hasta que quede prácticamente liberado. Por ello, ha pedido plantearse ya sus usos futuros y ha propuesto que estos sean culturales.

Aunque el texto aprobado no detalla qué podría acoger el edificio, Ramírez ha hablado en su intervención de opciones tales como una subsede del Prado o un museo dedicado a Dalí.

La mayoría de los grupos han votado a favor de la proposición, pero ERC ha votado en contra porque el PP rechazó modificar el texto presentado para incluir la petición de los republicanos para que la titularidad del edificio se traspase al Ayuntamiento y sea el consistorio quien decida el uso.

En una línea similar se han expresado desde JxCat. El concejal Ferran Mascarell ha señalado que detrás de la propuesta hay una política del PP de acabar convirtiendo edificios en "sucursales que se piensan desde Madrid".