El Ayutamiento de Barcelona ha iniciado un nuevo servicio de odontología para que los usuarios de los servicios sociales puedan beneficiarse de tratamientos que no cubre el dentista del sistema sanitario público. Aunque para ello, la comisionada de Salud Gemma Tarafa, ha asegurado que"los usuarios deben ser derivados por servicios sociales, una renta inferior a 529 euros y prescripción médica en la red pública". Una vez se cumplan los requisitos, la atención se ofrece en las antiguas instalaciones de la extinta mutua municipal Pamem, en el número 127 de la calle Viladomat, ahora con el nombre Barcelona Servicios de Salud.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha reclamado garantizar la salud dental a toda la población: "No nos rendimos a pensar que el dentista debe quedar fuera del sistema público", y también ha pedido revisar la cartera de servicios que tiene el sistema sanitario público, poniendo de hincapié que el consistorio quiere luchar contra las desigualdades en salud.

El Ayuntamiento ha calculado que estos servicios sanitarios harán unas 4.000 visitas y 2.000 tratamientos, incluídas unas 2.300 higienes. Esto es equivalente a una cobertura de 45 horas semanales de servicio de odontología y en 25 horas más de higienista. Los encargos están en manos de profesionales del Consorci de Salud y Social de Cataluña.

El Instituto Municipal de Servicios Sociales (IMSS) ya destinó más de 250.000 euros en 2017 a pagar gastos de odontología y ortodoncia en personas necesitadas. Pero ahora el coste es superior. Este personal sanitario y material será de más de 370.000 euros anuales, sin contar el personal municipal del Pamem, encargado de la recepción y coordinación de todos los servicios médicos que se instalen en el edificio. También existe un servicio de podología y un espacio de información para personas cuidadores y familiares. Además, se quiere implantar uno de medicina deportiva.

La última encuesta de Salud de Barcelona resalta que el 59,2% de la población de la ciudad condal no ha ido al dentista en el último año, frente al 40,8% que sí lo ha hecho, y, en función de la renta de la que se dispone, se va más a este tipo de servicios médicos.