Concretamente, son las líneas de Lleida-Berga-Puigcerdà (1 línea), Olesa-Manresa (3 líneas), Castelldefels-Port Ginesta (1 línea), las del Maresme que no son exprés (3 líneas) y las del Garraf (3 líneas).
Las paradas se trasladan a las estaciones de autobuses existentes o a ámbitos de menos afectación y con esta intervención se reducirán cerca del 60% de las expediciones que tienen lugar en este espacio.
Esta medida es fruto del acuerdo entre el Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat y el Área Metropolitana y tiene como obetivo "hacer más eficientes las líneas", ofrecer una mejor experiencia de viaje a los usuarios y minimizar el impacto del estacionamiento de autobuses en los ámbitos centrales de la ciudad.
El movimiento de paradas se hace coincidiendo con el inicio de la segunda fase de las obras de la ronda de la Universitat, que se transforma ganando aceras y espacio verde y reduciendo de 4 a 2 los carriles de tránsito actuales.