El Ayuntamiento de Barcelona ha encargado un estudio en el que ha detectado evidencias de discriminación por racismo en el acceso a la vivienda: el resultado muestra que las peticiones árabes reciben menos respuestas (un 37,8%) que los nombres autóctonos (un 56,6%).

La primera fase de este estudio --'La clave puede ser un nombre'-- ha consistido en el envío de mil solicitudes a 500 anuncios de portales inmobiliarios, la mitad firmadas por nombres autóctonos y la otra mitad por nombres árabes, para evaluar de forma estadística las respuestas a estas solicitudes según quién es el remitente.

Los resultados del estudio indican que la diferencia entre las respuestas generadas por las solicitudes enviadas por nombre árabe y las enviadas por nombre autóctono es de casi 20 puntos y, que por cada 10 solicitudes enviadas, las de autóctonos reciben seis respuestas y las de árabes cuatro.

Además, el consistorio también constata discriminación en la oferta de realizar una visita a la vivienda: por cada dos respuestas a nombres autóctonos que ofrecen una cita, solo hay una para personas con nombre de origen árabe.

Por otro lado, casi la totalidad de anuncios que generan respuesta por solicitudes de nombres árabes también generan respuesta por solicitudes de nombres autóctonos: el 35,4% de los anuncios responden a los dos perfiles, el 21,2% solo a nombres autóctonos y un 2,4% a nombres árabes.

El concejal de Derechos de Ciudadanía, Marc Serra, ha explicado que por primera vez, con datos objetivos y científicos, han probado que existe esta discriminación, y ha lamentado que "ya incluso en el primer momento de pedir información para poderlo visitar, solo por tener un nombre de origen árabe".

MENOS RESPUESTAS Y A PISOS MÁS CAROS

Los resultados del estudio también concluyen que la discriminación se acentúa con un sesgo de clase social, ya que la población de origen árabe sufriría más dificultades para acceder a viviendas con rentas más bajas.

El precio medio de los anuncios que responden a solicitudes de nombres árabes es de 1.384,27 euros, 108,28 euros más caro que los anuncios que responden solicitudes de nombres autóctonos, que son de 1.275,99 euros.