El pleno del Ayuntamiento de Barcelona de este viernes ha aprobado definitivamente el plan especial urbanístico para regular la apertura de nuevos locales de juegos de azar y apuestas en la ciudad con restricciones urbanísticas.

El nuevo plan de usos --que se ha aprobado con los votos a favor del Gobierno municipal, ERC y Junts, y la abstención de Cs, PP y BCN Canvi-- aumenta la limitación actual de 100 metros a 800 la distancia entre cualquier local de azar respecto a los equipamientos de usos protegidos, además de ampliar la lista de estos equipamientos, y establece una distancia mínima de 800 metros respecto a cualquier centro educativo.

Asimismo, establece que no se abran nuevos locales a una distancia mínima de 450 metros de bibliotecas, centros de servicios sociales, centros cívicos, casales para jóvenes y de barrio, centros del Servei d'Ocupació de Catalunya (SOC) o de cualquier centro de salud.

"Barcelona da un gran paso en la restricción de casas de apuestas porque aprobamos un plan que determina que no habrá ni una casa de apuestas más en toda la ciudad. Cada vez que se cierre una, no se podrá abrir una nueva", ha explicado la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz.

Con este plan, el Gobierno municipal quiere "reducir considerablemente el acceso a estos equipamientos y proteger a todo el mundo y a los más vulnerables" del desarrollo de un posible juego problemático o patológico a menores y jóvenes hasta los 21 años, a personas con problemas de salud mental o adiciones y las que están en riesgo de pobreza o exclusión social.

La alcaldesa, Ada Colau, ha celebrado la aprobación del plan, una medida que ve pionera, aunque otros gobiernos del resto del Estado --como el valenciano y el balear-- han avanzado en este sentido, y ha agradecido la tarea de la concejal de Salud, Gemma Tarafa, "que ha hecho un liderazgo ejemplar en este tema abriendo un camino que nadie había iniciado".

SUSPENSIÓN PREVIA

Este plan de usos llega un año después de que el Ayuntamiento aprobara una suspensión previa de comunicados para abrir nuevos establecimientos de juegos de azar, salones de juego, bingos y casinos, con el objetivo de elaborar la normativa ahora presentada.

De hecho, desde 2019 se han cerrado dos bingos de la ciudad, y actualmente hay en Barcelona 51 establecimientos de este tipo: 35 salones de juego, 15 bingos y un casino, según detalló el propio consistorio.

LA OPOSICIÓN RECLAMA UNA LEY

El concejal de ERC Jordi Coronas ha considerado que era un paso necesario, pero ha alertado del aumento de las apuestas por Internet, un hecho que ha advertido de que debe regular el Estado, por lo que ha pedido trabajar "en profundidad" en un proyecto de ley.

En la misma línea, Jordi Martí (Junts) ha alertado de que la problemática son los juegos online, ha pedido al Gobierno municipal a que inste al Gobierno central a regularlo, y ha asegurado que no entiende "porque se quiere restringir tanto la actividad, pero en cambio no se limita con la misma contundencia otros usos como los clubes cannábicos".

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Celestino Corbacho (Cs) ha opinado que es "un paso hacia adelante, pero limitado" porque la problemática no viene únicamente de las casas de apuestas físicas, ha dicho, por lo que también ha instado el Gobierno central a impulsar una ley que lo regule.

Por su parte, Oscar Ramírez (PP) ha señalado que no cree que "un plan urbanísitco sea la solución" para evitar los trastornos patológicos, mientras que Eva Parera (BCN Canvi) ha opinado que es necesario ir más allá y establecer una ley que regule los juegos online.