Tranports Metropolitans de Barcelona (TMB) y la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) tomarán muestras ambientales de 26 estaciones y de túneles para confirmar que no hay restos de fibra de amianto. Las estaciones en las que se tomarán muestras del aire y pruebas sólidas han sido escogidas porque no han sido remodeladas recientemente. Las pruebas se harán con una microescopia electrónica y en periodos de entre ocho y 24 horas. La Agencia de Salud Pública de Barcelona ha propuesto revalidar las anteriores mediciones tanto en las estaciones como en los túneles. Enric Cañas, consejero delegado de TMB, ha dicho que esta revalidación se hace “para seguir escrupulosamente la normativa y dar seguridad” a trabajadores y usuarios. Los directivos han asegurado que las mediciones que ha hecho la empresa de fibras de amianto “están por debajo de los límites” y, actualmente, “no hay exposición al amianto”.

TMB, por su parte, hará un estudio higiénico personalizado a los 22 empleados del metro que se les haya detectado diferentes grados de afectaciones pleurales. El comité de empresa del Metro de Barcelona ha reclamado que estos trabajadores sean trasladados a otro lugar de trabajo al considerar que si tienen problemas pleurales, es debido a su exposición al amianto. Además, dos trabajadores han sido dados de baja laboral a la espera que se les hagan intervenciones para ver si padecen patologías más graves.

Directivos de Transport Metropolitans de Barcelona han explicado que la empresa financiará las visitas médicas a 418 jubilados de TMB que estuvieron expuestos al amianto. Además de los trabajadores jubilados, 1.064 trabajadores en activo ya se están haciendo revisiones médicas y TACs.

Desde el año 2002, TMB ya hacia un seguimiento a 247 trabajadores por su exposición al amianto. De estos 247 trabajadores,  89 están jubilados, y es el Sistema Nacional de Salud quien asume las revisiones médicas de estos ex trabajadores.