Un total de 400 comercios del barrio barcelonés de Sant Antoni han protestado contra la inseguridad en el barrio con pitadas frente a los establecimientos, los cuales han cerrado al público en su mayoría.

Los organizadores aseguran que se han cometido un total de 122 robos en lo que va de año en sus comercios. Cifra que ha bajado por el impulso de la campaña 'Vigila', que invita a llamar al teléfono de emergencias 112 si se veía alguna cosa extraña. Los participantes de estas pitadas han asegurado que continuarán con ellas a pesar del descenso de robos. Mantienen así las críticas ya que consideran que la solución sólo puede venir de cambios legislativos, como penar los hurtos con cárcel si son reincidentes.

Los comerciantes aseguran que el descenso de las cifras son un espejismo porque el problema sigue latente, y pone como ejemplo las críticas de muchos clientes que dicen haber sido robados. 

Los vecinos protestan y opinan que sí hay inseguridad y por ello seguirán con las protestas.