El Barça deberá esperar todavía unas semanas para saber si puede jugar el partido pendiente contra el Nápoles, vuelta de los octavos de final de la Champions, en el Camp Nou. La UEFA se ha dado de plazo hasta primeros del mes de julio para decidir la sede del encuentro que se disputará el 7 o el 8 de agosto. El organismo ha preferido esperar para conocer la evolución de la pandemia.

El equipo de Setién buscará los cuartos de final después de conseguir un empate a 1 en San Paolo en la ida. Además del Barça-Nápoles, quedan pendientes de disputarse el Manchester City- Real Madrid (1-2 para el equipo de Guardiola en la ida) , el Juventus-Olympique de Lyon (0-1) y el Bayern-Chelsea (3-0). Los partidos se disputarían en los estadios de los equipos locales, siempre que las autoridades de cada país lo permitan.

En caso de no poder jugar en Barcelona, Manchester, Turín o Munich, la UEFA trasladaría los encuentros de vuelta de octavos de final a las ciudades de Oporto y Guimaraes, en el norte de Portugal.

El Comité Ejecutivo de la UEFA se reunió este miércoles y tomó también otras decisiciones importantes como el formanto de la final de la Champions, que se celebrará en una final a 8 en Lisboa, del 12 al 23 de agosto. Los encuentros se disputarán en dos escenarios: el Estádio Da Luz del Benfica y el Jozé Alvalade del Sporting. Ambos recintos reformados para la Eurocopa de 2006.

Otra decisión importante anunciada ayer es la celebración de la fase final de la Champions femenina en el País Vasco entre el 21 y el 30 de agosto. El FC Barcelona se entrentará al Atlético de Madrid en cuatros de final. Los otros duelos son: Glasgow City-Wolfsburgo, Arsenal-PSG y Lyon-Bayern Munich. Los cuartos de final (el 21 de agosto) y las semifinales (el 26 de agosto) se jugarán entre San Mamés y Anoeta y la final será el 30 de agosto en el Reale Arena de San Sebastián.

La Federación Española de Fútbol sorteará los campos donde se jugarán los partidos, que en principio, serán a puerta cerrada. Solo en un escenario mucho más favorable del actual, el Gobierno podría habilitar la apartura parcial de los estadios para que el público pueda acudir a los partidos, aunque esa es una decisión que no se puede tomar por el momento.