Una auténtica pesadilla es lo que vivieron los 200 pasajeros FR2767 Praga-Madrid. Casi seis horas de encierro en un avión en el que la compañía Ryanair les negó agua o comida, “solo está permitido durante el vuelo”. Los pasajeros se encontraron con un avión blindado que no les permitía abandonarlo. Pronto comenzaron los primeros ataques de ansiedad y solo así se permitió tomar aire fresco desde la puerta a algunos de los pasajeros. Entre ellos, un diabético, una mujer embarazada y niños. Pero ahí no acabó todo, la compañía canceló el vuelo y los abandonó a su suerte durante cinco horas en el aeropuerto.

No les dieron ninguna explicación y ante esa actitud creció el malestar y el descontento del pasaje, además del nerviosismo de la tripulación. Denuncian haber sido “maltratados” y aseguran que no volverán a confiar en la compañía de bajo coste.

El vallisoletano Argimiro Pérez fue uno de los viajeros afectados. Ha relatado a COPE la incertidumbre vivida durante las seis horas de encierro en la aeronave a las que hay que sumar otras cinco de espera en el aeropuerto por un retraso del vuelo. Sus quejas traspasaron fronteras con el hastag del vuelo. Un vuelo a ninguna parte que tardarán en borrar de sus mentes los 200 pasajeros del trayecto Praga-Madrid.